DAMASCO, Siria- Al menos 80 personas murieron hoy y decenas resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, al explotar dos proyectiles en la Universidad siria de Alepo, en el norte del país árabe, en otra masacre que desata una ola de acusaciones cruzadas entre el Ejército y los rebeldes armados.
El atentado se produjo en una zona situada entre la Residencia Universitaria y la Facultad de Arquitectura, en un sector de la ciudad controlado por el Ejército, y fue perpetrado -según la televisión estatal y la agencia oficial SANA-, por "grupos terroristas".
En el campus universitario están alojados muchos refugiados que huyeron de los barrios más conflictivos de esa urbe, escenario de choques entre los rebeldes y el Ejército.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que actúa desde Londres y recaba información de una amplia red de activistas y médicos en Siria, aseguró por su parte que por ahora la causa de la explosión "es incierta", mientras varios activistas opositores señalaron que se trató de un bombardeo aéreo.
Según la Comisión General de la Revolución Siria, se trató de un "ataque de la aviación" contra civiles, mientras el coordinador de la red opositora Sham en la provincia de Alepo, Mohamed Nur, citado por la agencia de noticias EFE, aseguró en comunicación por Skype que "la aviación del régimen lanzó dos barriles llenos de explosivos contra la Universidad".
En medio de la catarata de versiones cruzadas, una fuente militar anónima citada por la agencia de noticias Europa Press, aseguró que la explosión fue ocasionada por un misil tierra-aire disparado por rebeldes que erró el blanco y cayó sobre el campus.
Desde julio pasado, Alepo -la ciudad más grande de Siria y uno de sus polos comerciales-, es uno de los principales frentes del prolongado conflicto que ya dejó más de 60.000, según Naciones Unidas.
Paralelamente, al menos 50 personas murieron hoy en Al Hasauiya, en las periferias de la ciudad de Homs (centro del país), según la Comisión General de la Revolución Siria, que responsabilizó al Ejército de las muertes. (Télam-Reuters)