BUENOS AIRES.- El sciolismo salió ayer a repudiar con fuerza la "agresión" del vicepresidente Amado Boudou al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, tras su reclamo de rediscutir la coparticipación, mientras desde el kirchnerismo propusieron "bajar los decibeles" de la polémica.
Tras la propuesta de Scioli para rever el esquema de distribución de fondos y la eliminación del tope del Fondo del Conurbano bonaerense, Boudou lo cruzó con fuerza y calificó su pedido como "un acto de cobardía política". El diputado provincial por el Frente para la Victoria, Guido Lorenzino, juzgó como "desproporcionada" la "agresión" del Vicepresidente al gobernador y aseguró que una modificación "va a redundar en un beneficio para todos". "Amado debe estar arrepentido porque utilizó una palabra muy dura que no pega ni en lo personal ni en la actitud política del gobernador", sostuvo Lorenzino, en referencia a la acusación sobre la "cobardía política" de Scioli.
En el mismo sentido se expresó el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, quien subrayó que el gobierno bonaerense no "pelea con otros dirigentes, nos peleamos con los problemas", en el marco del cruce con la Nación y afirmó que "hay que discutir con altura, con respeto". "De nuestra parte, todos saben que vamos a perseverar en el camino de la propuesta, no van a encontrar una actitud para avivar conflictos", expresó.
Legisladores e intendentes del kirchnerismo se reunieron el viernes en la ciudad de Santa Teresita liderados por el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y con la presencia de Boudou, que ofició de vocero del encuentro y subió el tono de las críticas que se habían hecho hasta el momento sobre el pedido de Scioli.
La intervención de Boudou, según asistentes al encuentro, dejó algo descolocados a los organizadores al punto que varios de ellos interpretaron que la del vicepresisdente fue una "sobreactuación para la tribuna". En ese contexto, el diputado bonaerense Fernando 'Chino' Navarro propuso "bajar un poco los decibeles" del cruce entre ambas administraciones y advirtió que el dinero que recibe la provincia por la coparticipación "es muy superior a lo que debería tocarle".
"Me parece que deberíamos bajar un poco los decibles, arrancamos el año con mucha velocidad", dijo y acotó que la presidenta Cristina Fernández indicó el viernes, "en el plano empresarial sindical, que los buenos acuerdos se logran con actitudes serenas, con sensatez". También se manifestó el diputado de Unión Celeste y Blanco Francisco de Narváez, quien recordó que el fallecido ex presidente Néstor Kirchner instó en 2008 a realizar "una nueva ley de Coparticipación Federal" con el objetivo de reintegrarle a la provincia de Buenos Aires seis puntos. Así, De Narváez volvió a respaldar el pedido del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para rediscutir la ley de Coparticipación Federal. (DyN).
CRUCES VERBALES
Polémica.- Boudou calificó como "un error institucional y un acto de cobardía política" la carta de la Gobernación bonaerense al titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en la que Daniel Scioli reclamó rediscutir la coparticipación federal. "Para cambiar la ley, que es una ley convenio, tienen que discutir los gobernadores y la Presidenta; y después discutir cada una de las Legislaturas" provinciales, explicó.
Seriedad.- El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aseguró que el debate para rediscutir la Ley de Coparticipación debe darse "con la seriedad que requiere, con el consenso de todos los gobernadores, y con el acuerdo de la presidenta" Cristina Fernández de Kirchner.
Crítica.- El vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, pidió "no mirar el ombligo de uno" y respetar el "concepto de equidad" que "dan las 24 provincias" ante una eventual rediscusión de la ley de coparticipación.
Fondo.- El Fondo del Conurbano Bonaerense al que aludió el sciolismo fue creado en 1992 para compensar a Buenos Aires por la pérdida de recursos en el reparto de la coparticipación durante el gobierno de Raúl Alfonsín y el gobernador Alejandro Armendáriz, pero en 1996, con la ley 24.621, el monto para el distrito quedó fijo.
Porcentaje- Se estableció que el 10% de lo recaudado por el impuesto a las ganancias se transfiere a Buenos Aires, hasta llegar a un tope de $ 650 millones y, a partir de ahí, el excedente se reparte entre todas las provincias según el coeficiente coparticipable.