LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, y su vice, Álvaro García Linera, fueron los principales animadores ayer del Carnaval de Oruro, la mayor reunión folclórica del país, de la cual participan hasta hoy cerca de 40.000 danzarines y 15.000 músicos. La fiesta fue declarada en 2001 Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco.
"Nuestro Carnaval es diverso y el Gobierno debe respaldar todas sus manifestaciones", declaró el mandatario, que en su juventud fue trompetista de las bandas en el desfile de Oruro. Anticipó que también participará, por primera vez, en las festividades de Santa Cruz de la Sierra (en el este del país), la región donde está concentrada la mayor oposición política a su gestión. La fiesta incluye danzas como la diablada, la morenada y los tinkus, propias de la región andina y que se originaron por la asimilación cultural de las prácticas de la colonia española y los ritos indígenas.
"Es la fiesta más importante de Bolivia, es una muestra de la cultura del país para todo el mundo", afirmó García Linera, quien se emocionó cuando a su esposa, la periodista Claudia Fernández, bailó en la fraternidad Cocanis.
El antropólogo Edgar Arandia explicó que el carnaval boliviano está muy ligado al calendario agrícola, a las deidades aymaras y a la fe católica. "Es una fiesta de agradecimiento a la Pachamama por la primera cosecha, y en la que aparece el Tío o Supay (deidad aymara), representado como el demonio que cuida las entrañas de las montañas y su riqueza", sostuvo. (DPA)