ESTAMBUL/DAMASCO.- El presidente sirio, Bashar al Assad, reestructuró ayer el sector económico de su gabinete, en reacción a la grave crisis que vive el país en guerra interna. Los cambios afectaron a las carteras de Trabajo, Finanzas y Asuntos Sociales, y a las áreas de la construcción, los servicios públicos, la agricultura y el suministro petrolero y de materias primas.
El conflicto armado, que dura ya casi dos años, ha destrozado una economía siria que sufre escasez de combustible, electricidad, agua, alimentos y artículos de primera necesidad. Los enfrentamientos han destruido también una gran parte de la infraestructura.
El Gobierno le ofreció a la oposición, además, dialogar "sin condiciones previas", según el ministro de Información, Omran al Subi, que convocó a todos aquellos que estén dispuestos a deponer las armas. El líder de la opositora Coalición Nacional Siria, Moas al Jatib, había exigido la liberación de 160.000 prisioneros antes de sentarse a una mesa de negociación.
Al Assad obtuvo el firme respaldo del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, quien descartó que el régimen vaya a caer próximamente. Consultado por el diario árabe Asharq al Awsat acerca de que Estados Unidos espera que el Gobierno de Damasco caiga en dos meses, sostuvo: "ni en dos años".
El nuevo responsable de la diplomacia de EEUU, John Kerry, señaló que el conflicto es "profundamente preocupante", y destacó que la situación es altamente peligrosa porque el Ejército de Siria dispone de armas químicas. (DPA)