"Si no me caso con vos, me hago cura", le dijo una vez Jorge Mario Bergoglio, ahora el Papa Francisco, a Amalia, su novia del barrio durante los días en los que estudiaba la secundaria.
La ex enamorada relató sus recuerdos sobre esa propuesta de boda cuando apenas contaba con 12 años.
“Cuando eramos jóvenes me escribió una carte y no le respondí. Yo lo que quería es que desapareciera del mapa. Mi papá me dio una paliza porque yo me atrevía a escribir la cartita de un muchacho. Me había dibujado una casita (en la cartita) que tenía techo rojo, blanca y abajo decía que esta era la casita que te voy a comprar cuando nos casemos” reflexiona Amalia visiblemente emocionada.
Más adelante relata cómo fueron esos tiempos de juventud en Flores “yo después no lo vi nunca más, mis padres me alejaron de él e hicieron todo lo posible por separarnos. Ahora
ambos somos muy humildes y quizás somos almas gemelas, porque amamos los pobres. Cuando pasó esto con mis padres yo le dije a Jorge que por favor no se acerque más porque lo iba a agarrar mi papá”.
Respecto a su vocación de sacerdote, Amalía dice “el corazón de él pidió que sea cura y así lo hizo. Hoy no tengo ganas de cruzarmelo porque está en un sitio muy alto y yo soy muy humilde, el entorno le exige rodearse de otra gente”.
En relación a lo que le diría Amalia a su exnovio relata “que nunca se aparte del camino, que se acuerde de sus raíces. Cundo lo vi por la televisión me puse de píe y le dije, Jorge te abrazo, por el cariño de toda una vida”. LA GACETA