Se llamaba Albino Luciani y fue Papa durante 33 días. Lo eligieron en agosto de 1978, durante un cónclave claramente dividido entre los conservadores decididos a frenar las reformas del Concilio Vaticano II y los herederos del pensamiento de Juan XXIII y Pablo VI, impulsores de los cambios en la Iglesia. Luciani adoptó el nombre de Juan Pablo I en honor a sus predecesores (y de paso sentó postura política e ideológica).
Tres hechos lo pintaron ante el mundo:
1) Canceló la ceremonia de coronación. El Papa dejó de ser un rey.
2) Eligió "Humildad" como lema de su papado.
3) Durante el Angelus del 10 de septiembre dijo: "Dios es Padre y, más aún, es Madre". Pocas veces se había involucrado la figura de la mujer de esa manera en un discurso papal.
Juan Pablo I murió a los 65 años. El Vaticano informó que había sufrido un infarto. A los Papas no se les realiza autopsia. Lo sucedió Juan Pablo II, un Pontífice conservador en línea con el pensamiento de la Curia.
En su blog del diario español El Mundo, Rubén Amón cuenta que hablando sobre la Iglesia pobre y para los pobres, un taxista romano le dijo que este Papa no va a durar mucho. Más directo, un forista apuntó: "Hermano Francisco: no acepte un té, no vaya al teatro. Recuerde a Juan Pablo I y a Lincoln".