CARACAS.- El candidato opositor Henrique Capriles reunió ayer a decenas de miles de seguidores en un histórico bastión chavista del centro de Caracas, desafiando al presidente de Venezuela y aspirante oficialista, Nicolás Maduro, cuando falta apenas una semana para las elecciones presidenciales.
Acostumbrada a teñirse de rojo con los fieles seguidores del fallecido presidente Hugo Chávez, la avenida Bolívar del centro de la capital lucía abarrotada de opositores enfundados en los colores amarillo, azul y rojo de la bandera venezolana.
Miles de venezolanos marchaban desde diversos puntos de la capital para encontrarse con el candidato que el domingo próximo intentará llegar a la presidencia por segunda vez en seis meses tras la muerte de Chávez, quien luchó casi dos años contra un cáncer originado en su pelvis. "¿Cómo va la (avenida) Bolívar? Me dicen que son miles y miles caminando por las calles de nuestra Caracas. ¡Bravo! Somos millones y el 14 ganaremos", dijo Capriles, gobernador de Miranda, el segundo Estado más poblado del país.
Sin embargo, a pesar del optimismo del político de 40 años, la mayoría de las encuestas lo colocan, al menos, 10 puntos por debajo de Maduro.
Ambos candidatos están enfrascados en una corta carrera presidencial -de apenas 10 días- donde recorren hasta tres pueblos por día intercambiando acusaciones de grueso calibre.
Maduro, designado por el propio Chávez como su sucesor, intenta parecerse a su jefe y propone seguir guiando a Venezuela por la senda del socialismo del siglo XXI con gran control estatal sobre la economía y enormes dádivas sociales.
Capriles, por su parte, propugna un Gobierno inspirado en la obra del brasileño Lula da Silva que, en apenas ocho años, arrancó de la pobreza a 20 millones de sus compatriotas. El domingo los venezolanos saldrán a votar con el legado de Chávez aún fresco en la memoria, pero reconociendo a la inflación y el desabastecimiento como sus principales dolores de cabeza, según dicen expertos.
Uno y otro
"Este país está destrozado. Capriles está prometiendo y es un hombre estudiado. El otro (Maduro) es un inmaduro que quiere ser una copia de Chávez, porque Chávez fue un líder para ellos no lo voy a negar, pero él no tiene nada arriba", señaló Gisela Quesada, una enfermera de 68 años durante la marcha opositora.
Los comicios del 14 de abril definirán el futuro del chavismo sin Chávez y el destino de las mayores reservas de petróleo del mundo que yacen en suelo venezolano. Diversos países de la región inscriptos en la órbita socialista cruzan los dedos para que el triunfo de Maduro, de 50 años, les permita seguir recibiendo crudo venezolano en condiciones preferenciales.
La oposición ha acusado al Gobierno de sacar ventaja en la campaña gracias a la utilización de los recursos estatales y del enorme aparato de televisoras y radios.
Instituciones como el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) han pedido encarecidamente al árbitro electoral que "ejerza una vigilancia estricta a fin de que de evitar el ventajismo y asimetrías, como las que ya se vienen apreciando". (Reuters)
"Seré el presidente del amor", dijo Maduro
El presidente interino de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que de ser elegido en los comicios del domingo se propone unir al país y concretar el socialismo bolivariano.
"Yo quiero unir a esta patria, quiero terminar el trabajo del comandante Hugo Chávez. Quiero que el pueblo patriota pase de 60% a 80% en los años que están por venir. El que quiera venir, bienvenido. Aquí lo que viene es una revolución socialista, antiimperialista", dijo en una concentración en Apure.
"El socialismo es el reino de nuestro señor Jesucristo en la tierra. Yo quiero la paz, la unión, quiero ser el presidente de la revolución del amor. Háganme presidente y seré el presidente del amor. Apure, estoy listo, mi comandante me formó", dijo.
Indicó que el pueblo decidirá si quiere como presidente a un burgués que "traiga el capitalismo" y que acabe con las misiones sociales o si quieren al mando a un referente de Chávez que continúe su legado. "¿Ustedes quieren elegir a un hijo de la oligarquía o a un hijo de Chávez? Yo sé cuál va a ser la decisión", dijo y repitió la consigna de que quiere ganar con 10 millones de votos del padrón electoral de 18 millones. "Y ellos a respetar los resultados y nosotros también".
"El domingo será de resurrección, de victoria del pueblo. (A su rival electoral) le queda una semana y de ahí te vas a Nueva York, a la nada", le dijo. (DPA)