BUENOS AIRES.- Lázaro Báez, vinculado al kirchnerismo y propietario de la constructora Badial S.A., dijo ante la AFIP que recibió valijas de dinero desde Uruguay, que llegaban en avión o por Buquebus, para capitalizar su empresa.
Según informa el diario La Nación, en la declaración, el empresario calificó como aportes de capital por más de $ 1,8 millones recibidos de la firma uruguaya controlante de Badial, Reloway Company SA.
Además, indicó que no tenía justificativos formales de ningún tipo. El empresario kirchnerista, sin embargo, sí señaló a uno de los transportistas de ese dinero en efectivo, Carlos Adrián Calvo, a quien los sabuesos buscaron durante meses sin resultados.
“Parte de los aportes en efectivo realizados por la firma Reloway era a través del señor Carlos Adrián Calvo, quien viajaba a la ciudad de Río Gallegos y realizaba los depósitos en efectivo en la cuenta corriente en pesos”, precisó Báez, cuando la AFIP le pidió explicaciones. Y, según añadió el empresario patagónico, “Calvo no entregó comprobante de depósito ... y que él por Báez firmaba un recibo provisorio, no quedándose con copia del mismo”.
O sea, no hay comprobantes ni control sobre las valijas que supuestamente pasaron por la aduana desde Uruguay, por lo que esto podría ser una “tapadera” inventada, y el dinero realmente provenir del mercado negro local.
La cuestión es que la AFIP siguió adelante con su investigación, ya que entendía que el aumento patrimonial de Badial S.A. no tenía justificación legal; se exigió el pago de tributaciones sobre todo ese capital, independientemente que estuviera encubriendo lavado de dinero. Comenzó una puja en el Tribunal Fiscal santacruceño, que no terminó hasta el año pasado.
Allí hubo de todo: presiones sobre los técnicos del ente recaudador, remociones de jefes dentro de la AFIP y el traslado de otros, reapertura de proceso administrativo pedida por el propio acusado (cuestión que no tiene antecedentes), admisión de nuevas pruebas.
Todo este litigio también incluyó el intento de ubicación de Calvo, que no fue hallado, pero dejó varias pistas: vinculación con la sociedad Invernes, conocida en el sur como el acrónimo de “Inversiones Néstor”, por el ex presidente Néstor Kirchner, aunque su nombre –dicen- se debe al financista Ernesto Clarens.
Los vínculos entre este dinero recibido y el aparato kirchnerista fue develado el pasado domingo por un informe en el programa de Jorge Lanata "Periodismo Para Todos", donde dos financistas confirmaron la denominada "Ruta del dinero K".