BOSTON.- Dzhokhar Tsarnaev fue formalmente acusado ayer por los ataques con bombas en la maratón de Boston de la semana pasada, y fue interrogado en la cama del hospital Beth Israel Deaconess, donde está internado por las graves heridas que recibió al ser detenido. En el mismo lugar son tratadas también 11 víctimas del atentado, que mató a tres personas.
La Casa Blanca informó que el estudiante checheno no será tratado como un combatiente enemigo en el proceso legal. "Vamos a procesar a este terrorista a través de nuestro sistema de Justicia civil. Bajo la ley, un ciudadano estadounidense (Dzhokhar se nacionalizó el año pasado) no puede ser juzgado por comisiones militares", dijo el vocero del Gobierno, Jay Carney.
Tsarnaev, de 19 años, está consciente y contestó por escrito las preguntas de los investigadores ya que tiene una bala en el cuello, entre otras lesiones. Está intubado y sedado por momentos. El FBI presume que Tsarnaev podría haber intentado suicidarse antes de ser apresado por la Policía. Su hermano Tamerlan, de 26 años, murió durante la huida. Ambos vivían en Estados Unidos desde 2006.
La cadena de televisión ABC precisó que las preguntas de los investigadores apuntan básicamente a determinar si los dos hermanos actuaron por cuenta propia o si pertenecían a una célula extremista. El sospechoso podría ser acusado de varios crímenes, entre ellos el uso de armas de destrucción masiva, terrorismo, colocación de bombas en lugares de uso público y homicidio, explicó el ex fiscal, Jimmy Gurulé. Una condena podría resultar en pena de muerte.
Comportamiento normal
Compañeros de Dzhokhar revelaron ayer al diario The Boston Globe que el joven siguió yendo a la Universidad de Massachusetts Dartmouth tras el ataque y actuó como si nada hubiera ocurrido, entrenó en el gimnasio e incluso fue a una fiesta a la noche, mientras lo buscaban frenéticamente. Los congresistas republicanos, Michael McCaul y Peter King, criticaron la efectividad de la lucha contra el terrorismo del FBI.
Los lugares de las explosiones continuaban cerrados pero se esperaba que las calles sean reabiertas en uno o dos días. Carteles con la leyenda "Boston Fuerte" colgaban por la ciudad, que ayer se paralizó en un minuto de silencio a la misma hora en que detonaron las dos mochilas la semana anterior. Ayer se concretaron los servicios fúnebres de Krystle Campbell, de 29 años y gerenta de un restaurante, y de Lingzi Lu, una estudiante universitaria y ciudadana china de 23 años. Martin Richard, de 8 años, también falleció en las explosiones.
Las autoridades rusas siguen sin encontrar indicios de que exista una conexión entre los responsables de las explosiones en EEUU y los terroristas del grupo separatista Doku Umarov, del Cáucaso norte, de donde procedían los hermanos. Su padre, Ansor Tsarnaev, quiere repatriar el cuerpo de Tamerlan: "me gustaría recoger su cuerpo y enterrarlo aquí". (Télam-Reuters)