A medida que las operadoras petroleras buscan maximizar ganancias, las consecuencias recaen sobre los trabajadores, cuya situación laboral se ha visto precarizada en extremo. Gustavo Sol, secretario del Sindicato de Camioneros de Río Negro, fue contundente al denunciar la compleja situación en una reciente entrevista en el programa Desafío Energético de Canal 7 de Neuquén.
Un conflicto en escalada
La empresa NRG emitió telegramas de despido a 180 trabajadores bajo el argumento de que sus costos no son competitivos frente a la logística de transporte de arena desde Entre Ríos, realizada con trabajadores informales. Sol explicó: “La logística que necesita Vaca Muerta se realiza con trabajadores prácticamente informales. Las operadoras no quieren asumir ese costo en su afán de ganar más”. Esta situación ha generado una gran preocupación no solo por la pérdida de empleos, sino también por el impacto en la mano de obra regional.
El problema, según el sindicalista, radica en el desinterés de las operadoras por garantizar condiciones laborales dignas y su preferencia por contratar servicios más baratos, a costa de la seguridad y los derechos de los trabajadores. “Es inhumano lo que están haciendo las operadoras con los trabajadores que traen la arena de Entre Ríos. Esto no se puede permitir”, enfatizó.
“Están ingresando a un promedio de entre 300 y 500 camiones por día que ingresan desde Entre Ríos a Vaca Muerta, es un montón”, expresó el dirigente sindical.
Las consecuencias de la informalidad
La precarización no solo afecta a los trabajadores, sino también a la infraestructura y a las economías locales. Sol describió un panorama alarmante: “Los camiones vienen con excedidos de peso, con trabajadores que no tienen cobertura ni seguridad. Esto destruye las rutas y no deja un peso en las provincias”. Según el dirigente, los choferes informales trabajan hasta 36 horas seguidas sin descanso y reciben pagos insuficientes. “Con la inflación que hay, nadie puede vivir con lo que se paga por estos viajes”, denunció.
Además, las empresas regionales, que cumplen con los convenios colectivos, han quedado en desventaja competitiva frente a la informalidad. Este desequilibrio ha llevado a que las rutas de acceso a Vaca Muerta, como la de Catriel, estén devastadas en apenas un año de uso intensivo.
Apoyo sindical interprovincial
El conflicto ha trascendido las fronteras de Río Negro, obteniendo el respaldo de sindicatos de camioneros de provincias como Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Mendoza y La Pampa. Estas organizaciones han conformado una comisión de seguimiento de la actividad petrolera, trabajando en conjunto para abordar la problemática. Han mantenido reuniones con 16 operadoras vinculadas a Vaca Muerta, exigiendo que asuman la responsabilidad de la logística necesaria para las operaciones. Sin embargo, según Sol, “no tenemos una respuesta favorable a los trabajadores; ellos no se quieren hacer responsables de la logística que necesita Vaca Muerta para realizar sus actividades”.
El impacto en la actividad petrolera
El conflicto amenaza con un escalamiento significativo que podría paralizar las operaciones en Vaca Muerta. Sol advirtió: “No vamos a permitir que ingrese un solo camión con choferes informales. Si no hay una solución, no va a entrar ni una tonelada de arena más a Vaca Muerta”. Según el secretario, la decisión de bloquear los ingresos se mantiene firme hasta que las operadoras reconozcan la logística como actividad petrolera y se hagan responsables de las condiciones laborales.
Este tipo de medidas no solo podría paralizar el transporte de arena, sino también impactar la cadena logística completa, que incluye el traslado de caños y otros insumos esenciales para las operaciones. El gremio de camioneros cuenta con el respaldo de la CGT y la colaboración de sindicatos de otras provincias, lo que refuerza su capacidad de presión.
Una decisión política urgente
El sindicalista destacó la necesidad de decisiones políticas contundentes. “Es el momento de fiscalizar en los puntos de ingreso a la provincia y proteger a la mano de obra regional. No podemos permitir que 200 familias se queden sin trabajo en esta fecha tan sensible”, expresó Sol.
El conflicto trasciende lo laboral y se convierte en un desafío político y social para las provincias de Neuquén y Río Negro, así como para la sostenibilidad de Vaca Muerta como motor de la economía nacional. Las operadoras, lejos de asumir responsabilidades, parecen ignorar que “la conflictividad no es un buen negocio”.
Camioneros y Weretilneck buscarán soluciones al conflicto
El próximo lunes, el sindicato de camioneros de Río Negro se reunirá con el gobernador Alberto Weretilneck para tratar el conflicto generado por los despidos en la empresa NRG y la precarización laboral que afecta al transporte de arena hacia Vaca Muerta. Este encuentro se presenta como un punto crucial en la búsqueda de soluciones políticas que permitan frenar la crisis y proteger la mano de obra regional.
Gustavo Sol, secretario general del gremio, destacó la importancia de esta instancia de diálogo: “Hemos charlado con el gobernador, que está muy preocupado por esta situación. La idea es fiscalizar en los puntos de ingreso a la provincia para garantizar que los camiones que entren estén en condiciones y que los choferes estén registrados como corresponde”.
El mensaje a los trabajadores
Gustavo Sol quiso transmitir un mensaje de esperanza y determinación a los trabajadores afectados: “A los compañeros que les llegó el telegrama, llevarles la tranquilidad de que logramos frenar los despidos. Vamos a hacer lo que sea necesario para que ellos tengan continuidad. No estamos defendiendo a la empresa NRG, estamos defendiendo la mano de obra regional. Ellos van a seguir trabajando en NRG o en alguna otra empresa, pero las operadoras se van a tener que hacer cargo. Que tengan confianza, están respaldados”.
“Los trabajadores mueven la industria. Sin ellos, no hay Vaca Muerta posible” expresó Gustavo Sol.
NRG Argentina
NRG Argentina es una empresa de servicios logísticos especializada en el transporte y provisión de arenas silíceas para la industria petrolera, clave en las operaciones de fractura hidráulica en Vaca Muerta. Con una presencia destacada en la región, su actividad ha sido fundamental para garantizar el suministro de insumos críticos en el desarrollo energético del yacimiento. La empresa cuenta con una planta de procesamiento en Allen, Río Negro, y bases operativas en Añelo, Neuquén, con una capacidad de almacenamiento total que supera las 60.000 toneladas.
Sin embargo, en el último año, la compañía ha enfrentado serias dificultades financieras y conflictos laborales, lo que la ha puesto en el centro de una crisis que amenaza con impactar la producción petrolera de la región.