Horas tensas se vivieron ayer en la Patrulla Urbana. Los presos alojados allí realizaron una revuelta y quemaron colchones y frazadas, luego de que los uniformados desactivaran una posible "preparación de fuga", según dijo el comisario Víctor Sánchez, subjefe de la Policía.
De acuerdo a Sánchez, durante la tarde se realizó un control en los calabozos y se confiscó un teléfono celular y una punta. "Creemos que ese fue el detonante para que hubiese una suerte de amotinamiento", consideró el funcionario. El Grupo Cero, Infantería y los Bomberos tuvieron que intervenir por los incidentes, que comenzaron a las 20.30 y se extendieron hasta después de las 2.
Los 18 detenidos que estaban alojados en la comisaría de la Patrulla Urbana, en Maipú y Santiago, fueron derivados a distintas unidades, cinco de ellos al penal de Villa Urquiza. Algunos de los presos sufieron principio de asfixia. LA GACETA