La demanda de alquileres de cajas de seguridad en los bancos tucumanos se mantiene estable, según informaron fuentes de entidades crediticias consultadas por LA GACETA. Con frecuencia, los clientes de las distintas sucursales que operan en la city local preguntan a los oficiales de cuenta sobre los precios de los cofres, pero la demanda no alcanzó a dispararse como ocurre en Buenos Aires.
Según un informe de la agencia de noticias Reuters, en numerosas entidades de la Capital Federal se registró un aumento de los arriendos de cajas de seguridad para guardar dólares. El objetivo de los ahorristas, de acuerdo al relevamiento, es conservar la divisa norteamericana y eludir el cepo cambiario que dispuso el Gobierno nacional, con el propósito de evitar la fuga de capitales al exterior.
Las fuentes bancarias detallaron que en la plaza tucumana las entidades cuentan con disponibilidad de cofres para alquilar y que, al igual que en el resto del país, la mayoría ofrece dos tamaños de cofres, aunque hay otras que brindan hasta tres, y que se ajustan según las necesidades de los usuarios. El costo promedio para alquilar las cajas más pequeñas es de $810 anuales, y mide 10 centímetros por 15 centímetros y por 60 centímetros. El alquiler de la caja mediana, en tanto, promedia los $ 2.100 anuales, y mide 10 centímetros por 30 centímetros y 60 centímetros.
Por otro lado, la gerenta de Relaciones Institucionales del Banco Tucumán Grupo Macro, Milagro Medrano, explicó a LA GACETA que los clientes que arrienda cajas para guardar valores no están obligados a informar sobre el contenido. "Es confidencial. Al momento de firmar el contrato de locación del servicio, queda asentado que sólo será utilizada con fines lícitos y no guardará allí materiales que signifiquen un peligro potencial para las instalaciones o las personas", remarcó.
En Tucumán, al igual que en el resto del país, los ahorristas que quieran guardar su dinero en los cofres reciben bonificaciones en virtud de la categoría de cliente en la que hayan sido encuadrados. Esos beneficios oscilan entre el 10% y el 35%. Para concretar una operación, es necesario completar un formulario con información personal, vinculada a la actividad que desarrolla el solicitante y sus ingresos. Además, en la mayoría de los casos, el cliente debe tener una cuenta corriente habilitada en la entidad y ser titular de productos bancarios, como tarjeta de débito y crédito. Con la información personal más los requisitos, el formulario ingresa en el sistema del Veraz, que detectará si el cliente no tiene deudas impagas, tras lo cual autorizará la apertura de la caja.