El incremento de alquileres de cajas de seguridad que se registró en Buenos Aires, según el informe de la agencia Reuters, se originó por el temor de los clientes a que se incrementen los controles del cepo cambiario que estableció el Gobierno nacional para combatir la fuga de dólares al exterior del país. Según fuentes oficiales, los fondos que ahorristas argentinos conservan fuera del sistema bancario local alcanzan los U$S 50.000 millones. Gustavo Giráldez, director de Zonabancos.com, un sitio de internet especializado en información bancaria, remarcó que en los bancos porteños hubo se redujo la disponibilidad de cofres de seguridad a causa de la incertidumbre que generaron las medidas oficiales en los ahorristas. "Esto ocurrió como consecuencia de una psicosis colectiva, por temor a que se endurezca el monitoreo que inició el Estado sobre los depósitos en dólares", aseguró, y agregó que por las restricciones cambiarias los ahorristas buscan alternativas para proteger sus fondos. "El cepo hizo que los usuarios de servicios bancarios consideraran la posibilidad de conservar su dinero mediante este recurso", insistió.
Sin embargo, el especialista aclaró que, pese al incremento de consultas que registraron los bancos sobre las condiciones y los costos para arrendar cofres de seguridad, no se detectó un retiro masivo de dinero. "Los ahorristas no están sacando sus depósitos de las entidades financieras", afirmó.
Por otro lado, explicó que para arrendar una caja en un banco el cliente debe justificar el origen del contenido que quiere guardar. "Si bien es cierto que no tiene obligación de precisar qué es lo que guardará, el usuario tiene que demostrar de dónde obtuvo el dinero o los valores que depositó. Por ejemplo, si alguien compró U$S 100 dólares y los quiere guardar en una caja, deben tener el comprobante del banco o de la entidad en la concretó la compra de las divisas", detalló.
Además, precisó que los organismos financieros cobran el arrendamiento de los cofres de seguridad por mes, por trimestre y, en algunos casos, anuales, e indicó que esto se determina en función de la frecuencia con que se utilizará el servicio.
Giráldez afirmó que la exigencia de que el usuario tenga habilitada una caja de ahorro en el banco se debe a que de allí se debitarán, en forma directa, los pagos del alquiler de la caja. Aunque aclaró que también hay entidades que solicitan a los clientes la contratación de un paquete de productos bancarios, que tiene un costo promedio que oscila entre los $ 50 y $ 225 mensuales, según las herramientas financieras que incluya.