A niveles razonables. Ese es el clamor del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán respecto de la presión tributaria, en todos sus niveles. Su flamante titular, José Luis Romero, considera que, así como los contribuyentes aportan para sostener el funcionamiento del Estado, de la misma manera el Gobierno debe aplicar política que tiendan a recortar el gasto público. Lo dijo en una entrevista concedida a LA GACETA.
- ¿Cómo califica la política fiscal del Gobierno?
- Hay un crecimiento fuerte de la presión tributaria en el ámbito municipal, provincial y nacional, que se percibe en forma masiva porque los trabajadores tributan el Impuesto a las Ganancias. No se aumentan los mínimos no imponibles y los montos de deducciones están congelados. Esto hace que la presión tributaria sea mayor.
- ¿Qué rol ocupa la inflación en este escenario?
- Es un claro impuesto regresivo, porque lo soportan en mayor medida las clases bajas. Hoy estamos en tasas del 20% anual. Ante este panorama, la presión tributaria no se puede reducir de manera inmediata, ya que la solución debe ser integral, y pasa por la reducción del gasto público y del déficit fiscal.
- ¿Cómo puede el Gobierno reducir el gasto público?
- Según estadísticas, el gasto público está por encima del 50% del PBI. No es nada fácil reducirlo, pero tampoco imposible. Está influido por los subsidios, de los cuales muchos se destinan a sectores con capacidad adquisitiva. Estas dificultades no son nuevas. Mientras no se solucionen las políticas fiscales, la presión tributaria seguirá elevada.
- ¿Es efectivo el control de precios que dispuso el Gobierno para enfrentar la inflación?
- La historia demuestra que no son buenos. Pueden producir resultados positivos en el corto plazo, pero luego distorsionan más la economía.
- ¿De qué modo se puede mitigar la disparada de precios?
- El primer camino podría ser la eliminación de los subsidios. Esto ayudaría a bajar el gasto público. Además, hay que mejorar la capacidad de producción de las empresas, para aumentar la oferta de bienes y de servicios en el mercado.
- ¿El Colegio participará de la vida pública de la provincia?
- Nuestro compromiso es con los matriculados, pero tenemos una responsabilidad social. Si las circunstancias lo requieren, participaremos en la búsqueda de soluciones para la comunidad, en un marco de respeto institucional. El Colegio es apolítico, pero bregamos por el bien de los gobiernos.
- ¿Cómo se ejerce la profesión en un marco de estricto control fiscal?
- Es complejo. El crecimiento tecnológico de los organismos fiscales hace que los contribuyentes le brinden mucha información al Estado, mediante el trabajo de los profesionales. Es una profesión de alto riesgo, pero apasionante porque permite acompañar el desarrollo empresarial y económico.