BELO HORIZONTE, Brasil.- Una persona resultó herida de gravedad y al menos dos concesionarias de vehículos fueron incendiadas hoy a raíz de los disturbios ocurridos en las adyacencias del estadio "Mineirao", en Belo Horizonte, donde Brasil se impuso a Uruguay por 2-1 en la semifinal de la Copa Confederaciones.
Según informó el portal de noticias G1 de la red Globo, el herido es un hombre que cayó desde lo alto de un viaducto, mientras participaba de la manifestación. El hombre sufrió pérdida de masa encefálica y su estado es considerado "gravísimo".
En tanto, el portavoz de la policía militarizada teniente coronel Alberto Luíz, citado por el portal del diario "Folha de Sao Paulo", dijo que se produjeron incendios de "proporciones incontrolables" en al menos dos concesionarias de vehículos.
Según el agente, dos jóvenes serían los responsables por los incendios en esos locales. Otros dos focos de incendio también fueron reportados en las inmediaciones de la arena.
La manifestación, que se enmarca en la ola de protestas que se vienen registrando en todo Brasil en las últimas dos semanas, contó con la participación de unas 50.000 personas, que marcharon hacia las cercanías del estadio mundialista.
Los disturbios comenzaron después de que algunos grupos aislados, cuyos integrantes llevaban los rostros cubiertos, arrojaron bombas molotov contra efectivos policiales y locales comerciales.
Más temprano, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías cuando algunos activistas intentaron derribar las rejas que fueron colocadas como barrera de protección en los alrededores del estadio, a lo que la policía respondió con bombas de gas lacrimógeno.
La manifestación se dispersó a raíz de la reacción policial, generando disturbios y correrías en las calles cercanas al estadio que se prolongaron por más de media hora.
Medios de prensa dan cuenta de que al menos 24 personas fueron detenidas por portar materiales para causar destrozos y por daños al patrimonio público.
Los disturbios no sorprenden a la ciudad de unos 2,4 millones de habitantes, que hoy amaneció con poca gente en las calles, comercios y bancos cerrados -en muchos casos protegidos por cercas- y ocupada por policías, bomberos y agentes la Fuerza Nacional de Seguridad, que recorrían la ciudad a bordo de camiones.
La gobernación del estado de Minas Gerais informó que el esquema de seguridad para el partido moviliza a 5.500 efectivos de la policía militarizada, que se suman a 160 oficiales de la Fuerza Nacional de Seguridad encargados de proteger las inmediaciones del estadio Mineirao.
Además, unos mil soldados del Ejército están en estado de alerta y podrán intervenir en caso de que haya disturbios graves en la protesta. (Dpa)