Cuatro días después de su cumpleaños 26, el alemán Sebastian Vettel se hizo un regaló especial: triunfar por primera vez en el Gran Premio de su país, que se realizó en el circuito de Nürburgring en el marco de la novena fecha del Mundial de F-1. El piloto de Red Bull, que este año ya ganó en Malasia, Bahrein y Canadá, sigue firme en el primer puesto del campeonato y parece encaminado a lograr su cuarto título consecutivo en la "máxima".
Vettel partió desde la primera fila y terminó la carrera con un segundo de ventaja sobre el finlandés Kimi Räikkönen (Lotus). Mientras que el último escalón de la preciada tarima fue para el francés Romain Grosjean, también del equipo de Enstone.
"Es un gran alivio y un día especial. Me llevará un tiempo darme cuenta que he ganado en mi país. Pero realmente me siento orgulloso por mí y por el equipo, que realizó un trabajo fantástico con la estrategia y las paradas en boxes", resumió "Seb" sobre su trigésima victoria en la categoría.
El germano aprovechó que su gran rival en la lucha por el título, el español Fernando Alonso de Ferrari, no pudo culminar en el podio pese a realizar una buena carrera al salir desde la cuarta fila de la parrilla. El asturiano, que quedó cuarto en el Ring, cedió 13 unidades frente a Vettel y ahora está a 34 del teutón.
"Llegar entre los tres primeros era demasiado premio para nosotros", confesó "Nano", en clara alusión a la performance del auto de la Scuderia.
Neumático a la deriva
Como puntos salientes de la carrera hay que mencionar un impresionante accidente que ocurrió en boxes en el noveno giro cuando se desprendió una rueda del auto del australiano Mark Webber e impactó contra un camarógrafo. El "cámara" fue retirado en camilla y atendido por los servicios médicos del circuito que confirmaron que sufrió fracturas de costillas y clavícula.
Webber, pese a todo, pudo culminar séptimo. Asimismo, entre las vueltas 25 y 30 la prueba fue neutralizada por la mala colocación del Marussia del francés Jules Bianchi que rompió motor y comenzó a incendiarse en el medio de la pista y a circular, solo, marcha atrás por la pendiente del trazado.
Sin pinchaduras
El tema que más preocupaba a los organizadores y pilotos, las pinchaduras de los neumáticos como sucedió en el GP de Gran Bretaña, no dio un dolor de cabeza a nadie tras las medidas tomadas por el fabricante Pirelli para esta carrera. Algo que reconoció Vettel: "Hicieron un gran trabajo para llevar un neumático trasero diferente a esta competencia y no tuvimos ninguna falla. Espero que sigan así".
En tres semanas, con el GP de Hungría, arrancará la segunda parte del torneo que, por ahora, tiene a un hombre como gran protagonista: el que hace cuatro días cumplió 26 años, que el domingo ganó en su país y que sueña con su cuarto título... Vettel.