"Jesús se une a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio", dijo El Sumo Pontífice, en un intento de recuperar a los fieles que se alejaron de la institución católica.
"En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: íÁnimo! No la llevas tú solo", añadió. "En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: íÁnimo! No la llevas tú solo", aseguró.
Más allá de sus palabras para recuperar a los fieles perdidos, Francisco ha conquistado a muchos católicos con su estilo simple y su renuncia a la pompa de sus predecesores. El viernes se puso en el lugar de un simple cura y escuchó las confesiones de jóvenes que participan en un festival católico en Río de Janeiro. Los fieles atiborraron las calles cuando el Papa se desplazó a la residencia del arzobispo, donde volvió a mostrar su toque personal al reunirse con presos juveniles.
Previamente, partió en helicóptero desde la residencia en Sumaré a las 17.05 hacia el Forte de Copacabana.Al llegar, el Papa volvió a romper el protocolo y bendijo una imagen de la Virgen de Copacabana que le acercó y obsequió una mujer, en su salida de la base militar para iniciar su recorrido en el papamóvil. (Reuters)