Francisco confesó, habló con presos y en el ángelus saludó a los abuelos

El sol carioca salió, por fin, en el quinto día de visita del Papa en Brasil. El clima benigno alentó aún más a las multitudes al encuentro con Su Santidad. En la tradicional oración, resaltó la importancia que tienen en la vida familiar los ancianos, los vínculos interpersonales y el diálogo intergeneracional.

AFECTO. Francisco recibe a un niño poco antes del Vìa Crucis. Luego de dos dìas de lluvia, el clima ayudó para que los peregrinos se acerquen al Papa. FOTOS DE EFE - REUTERS AFECTO. Francisco recibe a un niño poco antes del Vìa Crucis. Luego de dos dìas de lluvia, el clima ayudó para que los peregrinos se acerquen al Papa. FOTOS DE EFE - REUTERS
27 Julio 2013

"El Papa fue muy generoso, y nos dejó muy tranquilos y a gusto. Él es realmente el Santo Padre del pueblo simple", afirmó uno de los cinco peregrinos seleccionados por la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) para confesarse con Francisco.

En su quinto día de visita a Brasil, el papa Francisco escuchó las confesiones de cinco jóvenes en una tienda montada en el parque Quinta da Boa Vista. Un venezolano, tres brasileños y una italiana fueron elegidos por sorteo para confesarse con el Pontífice, quien rezó junto con los fieles que abarrotaron el amplio parque de la zona norte de Río. Para resguardar la intimidad de un momento tan privado, no se permitió tomar imágenes del encuentro del Pontífice con los peregrinos elegidos, de quienes tampoco se suministró su identidad, informó la agencia EFE.

El programa del Santo Padre se había iniciado temprano, a la mañana, cuando celebró una misa privada para unos 300 religiosos en una capilla de la residencia de Sumaré, donde está alojado.

El ángelus
Después de las jornadas de lluvia y frío en Río de Janeiro, el sol volvió a salir y los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud pudieron volver a ver al Papa frente al Palacio Arzobispal San Joaquín sin paraguas ni pilotos.

El clima cambió y transformó la fisonomía de la ciudad, de sus habitantes y visitantes, que desde tempranas horas habían comenzado a reunirse en el barrio de Gloria para aguardar la llegada del Santo Padre. Procedente del parque Quinta da Boa Vista, Francisco llegó al palacio arzobispal de San Joaquín, donde fue recibido por el arzobispo Orani Joao Tempesta, informó la agencia Télam. A las 12 en punto, salió al balcón del palacio, y recibió una nueva ovación de miles de fieles que se habían congregado para seguir el rezo del ángelus. "Qué importantes son, en la vida de la familia, para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para cualquier sociedad". En el día de los abuelos de Jesús, los santos Joaquín y Ana, Francisco hizo este saludo especial. "Qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia", dijo, y subrayó el valor preciso del núcleo familiar para trasmitir la fe.

"Niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños, porque llevarán adelante la historia; los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de la vida", dijo, citando el documento de Aparecida.

En medio de las constantes interrupciones de los aplausos, Su Santidad expresó: "En estas Jornadas de la Juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos. Los saludan con todo cariño y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente".

Un cable de DPA consignó que antes de rezar la tradicional oración, el Pontífice mantuvo un breve encuentro con cinco jóvenes que cumplen pena de prisión.

El encuentro se celebró en una sala de la planta baja, ante la presencia de educadores de los detenidos. Debido a que se trató de un acto muy reservado, no se informó más al respecto.

Según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, esa reunión correspondió a la tercera etapadel plan de Francisco de reunirse con los jóvenes de sufren, que ya incluyó la visita a un centro de recuperación de drogodependientes, el miércoles, y la ida a la favela Varginha, el jueves.

 ENCUENTROS Y PEREGRINACIÓN

- Llama desde el vaticano.- El vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, reveló que cada dos semanas el Papa llama desde el Vaticano a un grupo de jóvenes detenidos en Buenos Aires, de quienes se hizo amigo.

- Iba a las cárceles en Buenos Aires.- El contacto de Jorge Bergoglio con el mundo penitenciario no es nuevo. Como arzobispo de Buenos Aires solía mantener encuentros con presos e incluso los iba a visitar en las cárceles.

- La virgen de Luján, en Varginha.-
Unos 200 jóvenes porteños, que residen en villas de emergencia, les entregaron ayer una imagen de la Virgen de Luján a los habitantes de la favela Varginha, que visitó Francisco.

- Plan de emergencia.- En medio de críticas de la prensa, la Alcaldía de Río anunció ayer un plan de emergencia para atender a 1,5 millón de peregrinos que aguardan la vigilia y a la misa del papa Francisco de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y que fueron trasladados de Guaratiba a Copacabana.

- El alcalde se puso un 0.- El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, se calificó con 0 por la organización de la JMJ, luego que fuera necesario mudar dos grandes eventos por la lluvia torrencial que azotó la ciudad carioca durante cuatro días y por el operativo de seguridad en torno del Sumo Pontífice, que recibió duras críticas.

- Más de 5.000 soldados.- Para el cierre se realizará una peregrinación de 9,5 km desde el centro de la ciudad hasta Copacabana, y los peregrinos acamparán en la playa desde hoy hasta mañana. La misa de cierre que el Papa debía celebrar en Guaratiba también fue trasladada a Copacabana, donde más de 5.000 soldados y policías garantizarán la seguridad.

- Desde estacao central.-
Como los organizadoras alegaron que una tradición de la vigila en las anteriores ediciones de la JMJ era la peregrinación de los participantes, la alcaldía planeó el nuevo recorrido que comenzará en la Estación Central de Brasil, la terminal de trenes que se hizo famosa por la película del mismo nombre. Los peregrinos recorrerán las avenidas Getulio Vargas y Río Branco, las dos principales arterias, y atravesarán gran parte de la zona sur por una vía ancha que desemboca en Copacabana.

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