Capítulo 1 ("Antes del amanecer", 1995): Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy), jovencitos y adorables, se conocen a bordo de un tren. Bajan en Viena y mientras recorren la ciudad -interminables charlas mediante- sus destinos (y el nuestro) se enlazan para siempre. Capítulo 2 ("Antes del atardecer", 2004): el encuentro se produce en París. Ambos ingresaron en los 30, con parejas y carreras consolidadas. O no tanto: apenas se funden en la pasión por la palabra comprueban que están sólidamente unidos. Capítulo 3 ("Antes del anochecer", hoy): fue Viena, fue París, ahora los paisajes y colores pertenecen a Grecia. El sereno magnetismo del Mediterráneo. Jesse y Celine -madura pareja en los 40, padres- abren el juego de la participación y se permiten hablar fuera de su mundo privado. Otro enfoque, otro tiempo. * * *La de Jesse y Celine es una historia de amor universal, de la que participan millones de seguidores de la pareja cada vez que Richard Linklater los enfrenta a la cámara.
Ellos llevan 18 años mirándose a los ojos y diciéndose todo. Creciendo, en este caso junto a los espectadores. "Las dos primeras películas trataban sobre la fantasía del romanticismo. Ahora no podíamos retomar esa idea, había que mostrar la realidad de una pareja", explicó Hawke.
El estreno de "Antes del anochecer" es un pequeño y bello milagro. Parecía que el destino tucumano del filme era el DVD. Nada mejor que adentrarse nuevamente en el universo de Jesse y de Celine desde la complicidad que ofrece la anónima butaca.