Ayer, con el 99% del plantel descansando, el Monumental casi que se abrió exclusivamente para Julio Mozzo, el decimosexto y último refuerzo de Atlético. El volante central llevó a cabo su último entrenamiento a solas ya que hoy, por primera vez, conocerá a todos los miembros del equipo, a las 10 en Ojo de Agua, tras el triunfo ante Gimnasia en Jujuy.
Mientras en las oficinas del club, los potenciales socios tramitaban sus carnets (la otra razón que había obligado a la apertura del estadio), Mozzo trotaba únicamente con Heraldo Rodríguez, preparador físico. El uruguayo se incorporó al equipo desfasado del cronograma del inicio de la temporada: llegó a Tucumán el viernes por la tarde, justo un día antes de que el "decano" partió a Jujuy y además, pese a que se venía entrenando por su cuenta, no había realizado una pretemporada formal.
"Venía relegado y la idea era entrenar y entrenar para ponerme a punto. Esto me va a venir muy bien", confesó el jugador que necesitará de esta puesta a punto antes de saltar al campo debido a que viene de una temporada en Independiente Rivadavia, marcada por poco juego y una "lesión rebelde". "Tuve una fractura por stress en el peroné pero pude superarla", cuenta.
El sábado se calzó la ropa de entrenamiento por primera vez y el lunes conoció a los jugadores que no viajaron a jugar la primera fecha y a los que estuvieron en el banco. "Tengo muchas ganas de conocer a todos mis compañeros. Hay mucha expectativa", agregó.
El hombre calmó la ansiedad con los relatos de Heraldo, hijo de Ricardo Rodríguez, quien, mientras corrían, le comentaba los pormenores de la temporada pasada, las características de los otros refuerzos que habían llegado en el receso invernal y hasta la manera en la que el equipo defiende en las pelotas paradas.
Mozzo había podido apreciarlo él mismo el domingo cuando vio por televisión al equipo que sumó los tres primeros puntos de la temporada. "Vi un equipo muy concentrado. Jugaron un primer tiempo muy bueno y después del gol se cuidó la pelota y defendieron bien la ventaja. Lo importante es que hubo ganas y mucha actitud", analizó Mozzo que se convirtió en el cuarto jugador proveniente de la "lepra": Franco Sbuttoni, Víctor Píriz Alves y Sebastián Longo, los otros.
Su rol en este equipo
¿Y cómo encaja el ex Peñarol y Rosario Central en ese equipo que vio por televisión? "Primero quiero conocer a mis compañeros pero obviamente voy a tratar de pelear un puesto. Un jugador siempre quiere jugar pero con los años, aprendí que estés donde estés hay que tratar de sumar. Si hay un compañero que juega mejor, hay que apoyarlo y acompañarlo", manifestó.
Mozzo trae consigo la garra charrúa que caracteriza a los volantes centrales uruguayos pero delante suyo está Matías Carabajal, que hasta ahora con su actuación dejó pocos huecos para la crítica.