La disputa entre la Municipalidad y los vendedores ambulantes volvió a encenderse ayer en el microcentro de la capital tucumana, y podría repetirse hoy. Los comerciantes callejeros comenzaron a protestar a las 8, cuando inspectores de la Dirección de Tránsito y Vía Pública, con apoyo de agentes de la Policía, manifestaron la intención desalojarlos. Para resistir a la medida, los puesteros cortaron el paso vehicular en dos esquinas céntricas, lo que generó congestionamientos y demoras. El operativo municipal se concretó en vísperas de una fecha comercial como el Día del Niño, que registra un pico de consumo y un fuerte movimiento comercial en el microcentro.
Los empleados de la repartición no decomisaron mercadería, pero mantuvieron la presencia policial hasta el mediodía, cuando los ambulantes decidieron levantar la protesta. Sin embargo, los cuentapropistas no descartaron nuevas manifestaciones, si es que se endurecen los controles. Al igual que en las protestas ocurridas a mediados de julio, los ambulantes volvieron a interrumpir el paso vehicular con contenedores de basura, que colocaron sobre las sendas peatonales de las esquinas de Maipú y Mendoza, y de 25 de Mayo y Córdoba. Agentes de Tránsito se encargaron de desviar a conductores y a motociclistas en las adyacencias a los puntos de corte, pero la circulación fue igualmente caótica.
Pese a la presencia policial, los vendedores no dejaron de trabajar y, con el paso de las horas, la cantidad de puestos fijos de juguetes aumentó de manera considerable. Hacia el mediodía, las peatonales Maipú y Mendoza estaban repletas. El vocero de los cuentapropistas, Claudio Robledo, argumentó que se instalaron muchos ambulantes que no trabajan habitualmente en el área comercial del microcentro. "Esto pasa siempre en fechas como el Día del Niño. Aprovechan para hacer algo de plata y después se van", remarcó. "Como tuvimos que organizar los cortes, para evitar que los municipales no nos quiten la mercadería, no pudimos controlar a los que vienen de afuera", insistió Robledo.
Conflicto abierto
Pasado el mediodía, un grupo de delegados de los ambulantes se reunió con funcionarios del Departamento Ejecutivo municipal. Tras el encuentro, resolvieron, en asamblea, levantar los cortes de calle." Si los inspectores nos quieren quitar la mercadería, lamentablemente tendremos que protestar", subrayó el referente del sector.
Por su parte, el secretario de Gobierno municipal, Marcos Díaz, afirmó que los controles continuarán en los próximas jornadas para erradicar el comercio callejero de la vía pública. "Hay lugares asignados para reubicar a los vendedores ambulantes. Nosotros tenemos que cumplir con el fallo judicial, que obliga a despejar el centro", señaló.
En tanto, el subdirector de la Dirección de Tránsito y Vía Pública, Juan Domingo Guevara, quien encabezó los operativos, aseguró que no se decomisó mercadería porque la Policía llegó tarde. "La idea es mantener los controles, pero a veces es difícil. Cuando surgen otras actividades, no siempre se puede contar con el personal suficiente", subrayó, y añadió que, además, es necesario el apoyo de los uniformados. "De otras forma sería imposible, porque nosotros no somos una fuerza choque", consideró.
Problemática antigua
El conflicto entre los puesteros y el municipio alcanzó lleva muchos años en Tucumán. A mediados de julio de este año, la disputa alcanzó un punto de máxima tensión, cuando los cuentapropista cortaron calles durante tres días. Como consecuencia de las manifestaciones, el tránsito vehicular fue un desorden, y afectó la actividad comercial de los negocios céntricos.
El fallo de la Justicia provincial, de 2006, en favor de la Federación Económica de Tucumán (FET), dictaminó la erradicación del comercio informal en el microcentro. La problemática de la venta en la vía pública crece de manera notoria. Según un informe reciente de la FET, los puestos de venta fijos pasaron de 299 a 422, entre octubre de 2012 y julio de este año.