El 5 de setiembre de 1872, el presidente Domingo Faustino Sarmiento escribía a Tucumán, a su íntimo amigo, el periodista José Posse. Se disculpaba por no haberlo hecho antes, dada "mi desagradable tarea de gobernar perversos y malcriados y de interrumpir la correspondencia íntima con mis amigos".
Posse le había enviado un artículo sobre el "Facundo" en francés. Sarmiento declaraba que lo había leído "con placer" y, decía, "tendría un mérito singular si hubiese sido escrito en español; y es que sería el primer juicio crítico en esta lengua, muda o tartamuda siempre que no se prodiguen elogios interesados o injurias para hacer camino".
Narraba los ecos del libro. "Cincuenta y seis menciones y juicios hizo la prensa norteamericana cuando se publicó el 'Facundo', y el francés, el italiano y el alemán lo han anunciado. En Chile y aquí ha corrido las aventuras de todo libro apasionado: fue, como su autor, querido y odiado, pero nunca examinado por la crítica literaria". El texto que enviaba Posse "hace pareja con el de Mr. Lewis, éste de la Universidad de Oxford, aquél de la de Francia".
Le enviaba "un opusculito sobre educación, en cuya confección he tenido parte comparando datos y mirando cómo avanza, cual marea, la barbarie del pueblo al mismo tiempo que más ufana se muestra la 'oligarquía' docta a que tenemos el honor de pertenecer. Es uno de los hechos más notables y que vengo persiguiendo y estudiando en Chile y aquí, el desdén, el odio secreto de las gentes cultas a la educación general". Afirmaba Sarmiento: "nunca he logrado interesar de corazón a nadie, por más que a veces haya sido de buen tono político prestarme atención".