El resultado de las PASO representa una encuesta certera respecto de lo que pueda llegar a suceder en las elecciones legislativas del 27 de octubre. Una proyección de esos datos permite determinar cómo quedaría el Congreso, que si bien seguirá controlando el oficialismo, será por una diferencia muy exigua. Así lo asegura un trabajo que realizó el semanario Parlamentario.com.
No hay que perder de vista que la elección no concluyó el 11. De hecho, no define nada, sino que la hora de la verdad tendrá lugar dentro de dos meses y medio, cuando se realice la elección legislativa y el escrutinio sirva para determinar el reparto de bancas para ambas cámaras.
El escrutinio marca una tendencia que lo más probable es que sea más pronunciada el 27 de octubre, como sucedió en la primera experiencia de las PASO, en 2011. El 48% conseguido por la fórmula Cristina Fernández-Amado Boudou en agosto de ese año, se extendió al famoso 54% en las presidenciales. No es un dato alentador para el oficialismo.
Una proyección de las cifras de las PASO realizada por Semanario Parlamentario permite confirmarlo, para el caso de que en octubre se replicaran los números de esa elección. Pero el kirchnerismo ya no gozará de la amplitud que heredó de las elecciones de 2011, sino que estará ajustado al máximo.
En Diputados, a los 78 diputados del Frente para la Victoria que tienen dos años más de mandato hay que sumar 39 que hubieran sido elegidos si lo del 11 de agostó fuera definitivo. Total: 117, dos más que los que tiene hoy. La clave es entonces, como siempre, el número de aliados que mantendrá el Gobierno. Nueve de ellos seguirán en el Congreso: los cuatro del Frente Cívico por Santiago, los tres de Nuevo Encuentro, Alicia Comelli y quien vaya a reemplazar a María Cristina Fiore Viñuales, la diputada del Partido Renovador de Salta que pasaría al Senado a partir de diciembre, pues es segunda de Rodolfo Urtubey. Entonces, el bloque oficialista pasaría a tener 118 miembros.
¿Cuántos aliados se sumarían en diciembre? Serían ocho, tres del Frente Cívico por Santiago, dos del PJ de La Pampa, uno del Frente Renovador de la Concordia -que habrá que ver si se separa de la bancada oficialista como se había dicho hace algunas semanas, pero de todas maneras seguirá siendo kirchnerista-, uno del PJ de Salta y uno más del Movimiento Popular Neuquino. La sumatoria de la proyección de las PASO sobre octubre nos da entonces 134 miembros y cierta tranquilidad para el oficialismo.
Pero hay que restar. Hay alguien que difícilmente se mantenga en esa bancada a partir de diciembre: Facundo Moyano. Su vecino en la Cámara y compañero de ruta Omar Plaini oficializó su renuncia al bloque del FpV cuando el cierre de listas lo mostró integrando una no oficialista. También podría restársele al futuro bloque del FpV al santafesino Oscar Martínez, quien hace un tiempo que dejó de estar alineado al Gobierno nacional, tal como demostró en las votaciones recientes. En ese caso, el bloque K pasaría a contar con 116 miembros, que con los aliados sumarían 132, tres por arriba del quórum.
En la Cámara alta, los 32 miembros del FpV actuales se reducirían a 31, y los nueve aliados con que cuenta hoy pasarían a ser siete u ocho. Esto es, de los 41 senadores que hoy le son fieles, el kirchnerismo se reduciría a entre 38 y 39. Apenas le alcanzaría para reunir el quórum. Demasiado ajustados, sobre todo teniendo en cuenta que estamos incluyendo a Carlos Menem, que en 2012 faltó a 18 sesiones y este año no asistió nunca.