BUENOS AIRES. - La presidenta Cristina Fernández advirtió ayer que "comparar no es igualar", al justificar el análisis que hizo de los números económicos de la Argentina respecto a los de Canadá y Australia, y aseguró que "cuando los números no cierran, a lo mejor tu trabajo también peligra". "Ojo que comparar no significa igualar... eso es para los que quieren distorsionar o directamente mentir", aclaró la Presidenta ayer por Twitter, en una serie de mensajes en los que repitió las cifras que difundió sobre Argentina, Canadá y Australia, el miércoles último, en Río Gallegos.
Al defender la política fiscal y en materia de reservas, la jefa de Estado relevó datos económicos de los tres países al negar que la situación fiscal local sea "endeble". La primera mandataria recordó en su cuenta de Twitter que Argentina, Australia y Canadá son países que integran el G-20, criticó a los "gurúes económicos" que hablan de la "la situación fiscal endeble" del país y que en 2001 le decían a los ciudadanos que estaba "todo bien" y que aconsejaban dejar "los ahorros en el banco que está todo tranqui".
Fernández de Kirchner, al igual que en el discurso de adjudicación de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, sostuvo por Twitter respecto de las cuentas externas: "alguien dirá qué me importan, a mí me importa el sueldo, la cuota del auto y la casa, pero cuando estos números macroeconómicos no cierran, a vos no te empieza a alcanzar ni para pagar el auto ni la casa y a lo mejor tu trabajo también peligra".
En la red
En una veintena de mensajes, la mandataria salió al cruce de la polémica generada por ubicar al país en una situación más holgada que esos países, según los guarismos que difundió, y subió un link de acceso al informe "Derribando mitos" publicado en su propia página web.
El informe, según se consigna, "pretende demostrar la fortaleza económica de Argentina en comparación con dos países, Australia y Canadá, que con un perfil productivo similar (recursos naturales abundantes, tanto agrícolas como mineros y energéticos)".
Allí se admite que ambos países "han alcanzado un desarrollo muy superior al nuestro y hoy tienen más del doble del PBI per cápita que nuestro país", aunque "debe destacarse que ambos países tienen menos habitantes que Argentina, lo que les permite un mayor grado de primarización sin que ello afecte la inclusión".
Además, se señala que Australia y Canadá integran el G-20, por lo que "es un parámetro para establecer cuáles son las principales economías del mundo".
La Presidenta cerró la serie de mensajes al igual que en Río Gallegos, al plantear que sueña "con una Argentina que esté lo suficientemente bien informada, para que nadie vuelva a meterles el perro, como se lo han metido en muchísimas oportunidades, haciéndoles creer que tenía cuatro patas, ladraba y movía la cola pero no era perro, era un gato". (DyN-Télam)
"Al devaluar no se gana competitividad"
MENDOZA.- El economista y periodista Alfredo Zaiat aseguró que "devaluar es la peor medida para ganar competitividad" porque "se gana una competitividad ficticia, pero generando unos costos" inmensos, que terminan en última instancia "perjudicando a la mayoría de la población".
El economista se encuentra en Mendoza para presentar su libro "Economía a contramano. Cómo entender la economía política". Invitado por la delegación local de la Confederación General Económica (CGE), Zaiat disertó en el Espacio Cultural Julio Le Parc sobre "El desafío de la Industrialización en Argentina".
Zaiat definió como vital "la necesidad de la recuperación de una burguesía nacional dinámica, comprometida con el destino nacional, inversora, para expandir la frontera de producción, que deje atrás comportamientos históricos de una burguesía rentística y fugadora de capitales, que en última instancia la defino como una burguesía fallida". Explicó que hubo una fuga de capitales de 80.000 millones de dólares entre julio de 2007 y octubre de 2011, y que "eso es un reflejo, una exteriorización de esa burguesía fugadora serial de capital que replica comportamientos de destinar el ahorro interno a la compra de moneda extranjera, retaceando recursos de inversión para el desarrollo nacional".
"Devaluar es la peor medida para ganar competitividad", aseveró. Y sostuvo: "puede beneficiar a algún sector particular, como al exportador industrial de insumos difundidos como el acero, o el aluminio; al exportador agrario, o a exportadores de alguna economía regional. Pero generaría enormes costos sociales por el shock inflacionario y por una caída del nivel de la actividad económica. Y rápidamente esa competitividad quedaría absorbida, y no tendría ningún beneficio para toda la economía". (Télam)