Contener el dinamismo que propone en su juego Tucumán Rugby es una meta que cada rival de turno intenta lograr. Cardenales pudo, no con un ciento por ciento de efectividad, pero si con lo necesario como para lograr empatar. El 12-12 reflejó lo parejo que fue un partido que no entregó demasiadas emociones y que tuvo muy seguido a la guinda por el aire.
De esa manera, en el primer partido que abrió la segunda fecha de la ronda final Copa LA GACETA, "La Caldera" del parque 9 de Julio no tuvo demonios corriendo y sí jugadores que esperaron descifrar los planes del rival. En los 80 minutos, Cardenales interpretó mejor lo que debía hacer. Y presionando continuamente con los delanteros logró evitar el despliegue de los "verdinegros".
Con el panorama tan equilibrado, ambos apostaron a los pies de sus jugadores más talentosos en esa faceta. Entonces, los ingoals apenas fueron rozados y el juego quedó rápidamente cortado. La posibilidad de sumar desde los penales fue una constante. Así la responsabilidad de hacer crecer el marcador quedó, en Tucumán Rugby, en Jorge Domínguez y, en Cardenales, en Germán Núñez y Juan Pablo Rodríguez.
Con el tiempo ya cumplido llegó la jugada que enojó a los "pupurados". Núñez pateó un penal que quedó corto. Tucumán Rugby salió jugando, pero "nales" recuperó la guinda y se acercó peligrosamente al in-goal. Para los jugadores de Cardenales el peligro generado se traducía en un try, pero para el árbitro Santiago Altobelli, no.
"Somos equipos muy parejos, pero si no son los detalles de juego, son los árbitros los que a veces influyen. Aunque tampoco se puede renegar solo con ellos", declaró un enfadado Núñez.