La decisión de clausurar temporariamente la oficina por falta de agua potable genera, cada día, más controversia. El miércoles, el fiscal Washington Navarro Dávila dijo que estaba cansado de esa situación que, por ejemplo, no les permitía usar el baño y resolvió "dar un portazo".
Hizo salir a todos sus colaboradores al pasillo y cerró la oficina a la espera de una solución. Esa actitud provocó un apercibimiento del Ministerio Fiscal, a cargo de Luis De Mitri. Inclusive, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, Antonio Estofán, remarcó su enojo con Navarro Dávila. En diálogo con LA GACETA, Estofán dijo que esa situación es de vieja data, pero el único que protestó de esa manera fue el titular de la fiscalía de la V° Nominación.
Ahora se sumó la voz de la Unión Empleados de la Justicia de la Nación, delegación Concepción (Seccional N°5). "Vemos con alarma y profunda preocupación la desaprensiva reacción del superior Tribunal de Justicia, que sanciona con un apercibimiento al fiscal Navarro Dávila -dice un documento firmado por Omar Maldonado-. Les preocupa más el revuelo ocasionado por el fiscal, antes que la salud de los trabajadores", agregó el secretario gremial.
El dirigente resaltó que se pretende guardar la basura debajo de la alfombra. "Con esa acción que tomó el fiscal Navarro Dávila, no solo puso en evidencia el problema de su fiscalía, sino que además ratifica nuestros reiterados reclamos desde 2011 -explicó Maldonado- por la falta de cumplimiento a las normas de higiene y seguridad en el trabajo, reiteradas ante Estofán y ante la Secretaría de Trabajo de la provincia y la Superintendencia de Riesgo de Trabajo", precisó.
El dirigente planteó que se realicen inspecciones en los centros judiciales de Concepción y de capital y en los juzgados de paz de la provincia.