Mañana se cumplirán 40 años del día en que, a los 81, se apagó la vida del escritor John Ronald Reuel Tolkien, autor de "El señor de los anillos" y creador de grandiosos mundos de fantasía que, como sucede muchas veces con los grandes artistas, tienen actualmente más seguidores que durante la vida de su creador.
De hecho, siguen apareciendo obras del gran escritor británico después de tanto tiempo: a comienzos de este año su poema "The Fall of Arthur" entró en la lista de best sellers del diario "The New York Times". Lo había sacado a la luz Christopher, uno de sus cuatro hijos y el administrador de la herencia.
Un mundo propio
Tolkien había nacido el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, en Sudáfrica, y tras la muerte de su padre se trasladó con su familia a Inglaterra cuando solo tenía cuatro años.
Estudió en la prestigiosa universidad de Oxford, y descubrió muy pronto su vivo interés por la filología y las antiguas leyendas nórdicas. Fue profesor de lengua inglesa en la Universidad de Leeds y luego volvió a Oxford, donde enseñó lengua y literatura anglosajona y se especializó en la época medieval. Es que, según confesó, lo molestaban lo que llamó "la brutalidad y la maldad de la vida moderna". De modo que, de la mano de sus saberes, decidió crear sus propios universos y se refugió en la "Tierra Media", acompañado por cuatro valientes hobbits que se ven inmersos en una aventura, oscuros orcos, trolls y un poderoso anillo. Ese mundo personal -que hoy es gran patrimonio universal- tiene su propia historia, sus propios pueblos, e incluso una lengua propia.
La famosa trilogía
"El Señor de los Anillos" fue la primera de sus obras que alcanzó la fama: de la trilogía, publicado por primera vez entre 1954 y 1955, llegaron a editarse más de 50 millones de ejemplares en todo el mundo, muchos de ellos después de la muerte de su autor.
Pero bastante antes, en 1937, había publicado el libro infantil "El Hobbit". Lo había escrito para sus hijos en 1932, y había pasado de mano en mano sin el permiso del autor hasta que llegó al dueño de la editorial londinense George Allen & Unwin, Stanley Unwin. Este se lo dio a su hijo pequeño, Rayner, para que lo leyera, y la historia le gustó tanto al niño que decidieron publicarlo. En realidad es como consecuencia de este primer éxito que nace la trilogía: Unwin le pidió que continuara la historia, y, aunque al principio no estaba demasiado entusiasmado con la idea, se lanzó a la aventura. Así nació "El Señor de los Anillos".
Tolkien invirtió más de 10 años en la historia, durante los cuales recibió el apoyo de su amigo más cercano, al que le leía los borradores para que los juzgara: Clive Staples Lewis, conocido como C.S. Lewis... y más conocido por el nombre de una de sus creaciones: "Las crónicas de Narnia".
Al cine
Durante mucho tiempo se consideró que la saga de "El señor de los anillos" era imposible de filmar. Pero el director neozelandés Peter Jackson demostró que eso era falso: llevó la trilogía a la gran pantalla, la primera parte a finales de 2001.