Son el terror de los relatores. Es que no son pocos que durante los partidos, y a la distancia, confunden a Martín Seri con Augusto Max, o viceversa. El parecido físico es tan notorio que resulta fácil confundirlos en el campo.
"Es verdad, hasta tenemos las mismas entradas en la cabeza, ¡ja ja! Incluso cuando hace unos días vino mi familia a visitarme, me hicieron esa observación. En un primer momento me causó risa, pero después me di cuenta de que tenían razón. Se lo dije a Augusto el otro día y nos reímos mucho por la ocurrencia", dijo el rosarino de 29 años, que ya se hizo dueño del sector derecho de la media cancha de San Martín.
"Ante todo, tenemos que aclarar que yo soy parecido a él, porque me lleva unos cuantos añitos, ¡ja ja! Pero no fueron pocos los que nos dijeron que somos clonados, por el parecido que nos encuentran a la distancia", dijo el "Jefecito", que con sus 21 años es un indiscutido en el puesto de volante central del equipo.
A pesar de esa blancura en la piel, pelo casi payo y unos ojos bien celestes, en las condiciones futbolísticas se diferencian igual que en las edades. Aunque se complementan. Seri lo reconoce: la mayor desigualdad está en la capacidad de marca que tiene Max. "El quite es la mayor virtud que tiene Augusto. En ese aspecto del juego es un maestro. A esto le agrega ser un jugador correcto a la hora de entregarte la pelota a los pies", dijo el mayor de los "clones".
"Jefecito" piensa que el puesto de volante conlleva un mayor sacrificio. "Sobre todo cuando la pelota está en posesión del rival. Puede ser que por sus características de juego Martín tenga un mayor recorrido en el campo, pero lo que es indudable es que terminamos rendidos después de los encuentros. Eso es una señal de que no nos guardamos nada", comentó el pibe que nació en el club.
Ellos también coinciden cuando hablan de fútbol. "El técnico está buscando que el equipo tenga el mejor funcionamiento. Eso lo llevó a realizar cuatro cambios en el partido contra Libertad y ahora toca la media cancha, que era el único lugar donde los cuatro volantes se habían repetido en los dos primeros partidos. El entrenador no se cansa de decirnos que estamos en una busca permanente y estará en nosotros acelerar los tiempos para que las piezas se ensamblen de la mejor manera", acotaron ambos, que hasta el momento jugaron los 180 minutos que el "santo" disputó en esta temporada.
Reconocen que al equipo, en los dos primeros partidos del torneo, le faltó juego. Pimienta. "Nos está faltando un poco de opciones de juego. Por lo que practicamos durante la semana, puede ser que sumando un hombre al mediocampo, ese déficit comience a solucionarse", señaló Max. Seri coincide y tiene esperanzas. Considera que están dadas todas las condiciones para regresar de Resistencia con los tres puntos en el bolso. "Esperemos que con Chaco For Ever sea el puntapié inicial para que el equipo comience a cosechar los puntos necesarios para recuperar el terreno perdido ", expresó.
¿Preocupa no haber podido plasmar lo que la gente pide? Según Max, no. "Desde el comienzo del torneo sabíamos que el juego que todos pretendemos realizar iba a aparecer con el correr de los partidos. Esto no sólo nos ocurre a nosotros. Sino, deben fijarse en la tabla de posiciones y observarán que los equipos que a priori aparecían como candidatos, perdieron puntos en los primeros dos compromisos", dijo y aclaró que la clave estará en ser pacientes y aprovechar los momentos propicios para conjugar eficacia y juego. Que el equipo se complemente en su totalidad, como él lo hace con Seri.