El viento del cambio azota a las organizaciones, podemos sentir como los viejos paradigmas del management caen uno tras otro, y como sectores y empresas desaparecen tras ellos.
El tipo de organización jerárquico-funcional basada en estilos de liderazgo de mando y control no ha muerto; esta omnipresente en nuestra sociedad. Pero matará a las empresas y organizaciones que no sean capaces de adaptarse a la nueva agenda que marca la brutal necesidad de innovación de nuestro entorno, advierte Virginio Gallardo Yebra, especialista en Management, Liderazgo e Innovación Empresarial.
Rapidez, flexibilidad, talento organizativo conectado son algunas de las nuevas características de las nuevas estructuras que algunos han dado en bautizar organizaciones 2.0, o organizaciones con capacidad innovadora.
"No tenemos que permitir que el cambio arrollé a nuestras organizaciones; no debemos permitir que nuestra competencia nos marque el camino ¿Lideramos la innovación?", plantea el experto español en su blog http://supervivenciadirectiva.com.
Pero, ¿cómo convertir las viejas y lentas organizaciones en organizaciones rápidas y flexibles? Aquí siete claves que brinda el director de la consultora Humannova.
• Destine un 10% al futuro. Mida el tiempo que los empleados dedican a la transformación. La transformación exige recursos, nada es gratis. ¿Cuánto tiempo necesita actuar en el futuro tu organización? ¿Cuáles son los retos de tu sector? El 10% es una orientación; quizás sea más porque entornos muy competitivos (tecnología de información) exigen más. No es creíble hacer algo sin recursos: ¿mide cuánto destinarás al futuro?
• Busque ideas, los ladrillos con los que se construye el futuro. Nada hay más valioso que una idea. Son las que te permitirán sobrevivir, tener éxito o desaparecer. Siempre hay alguien fuera de su empresa que conspira contra su negocio y está buscando mejorar procesos que mejoren la productividad de sus competidores, productos que le hagan salir del mercado, nuevas formas de quedarse con sus clientes. Piense, ¿cómo va a recoger las ideas que hay en su organización? ¿Cómo las va a priorizar? y ¿Cómo hacer que se multipliquen?
• Busque líderes, agentes de cambio, los protagonistas de la innovación: las ideas tienen poco valor si no se pueden convertir en realidad; y ello exige líderes transformadores, intraemprendedores, que luchen por las ideas que darán el éxito a su organización, nada tiene más valor que alguien que conoce el arte de transformar ideas en realidades. ¿Los tiene localizados? ¿Los ha formado para ello? ¿Los máximos directivos son agentes de cambio?
• Cree una infraestructura organizativa de proyectos: las ideas y los líderes requieren recursos organizados en planes, una especie de estructura paralela. La organización jerárquico-funcional gestiona los resultados del presente que permiten obtener los resultados que mantienen viva a la organización. Los proyectos permiten construir la organización que obtendrá los resultados del futuro.
• Dote de una inteligencia 2.0 al personal; hiperconéctela: necesitamos organizaciones hiperconectadas que permitan crear nuevas ideas, hacerlas crecer, enriquecerlas, hacer que el cambio sea entendido, que vaya más rápido, que dote de la velocidad que sólo puede dar la colaboración al cambio y elimine la resistencia. Las nuevas herramientas 2.0 son aceleradores de innovación que permiten no quedarse atrás en entornos competitivos rápidos.
• Genere un sistema de gestión del cambio: ¿por qué necesitamos expertos en gestión del cambio? ¿Por qué la mayoría de los proyectos de transformación están abocados al fracaso? ¿Por qué la locura de cambio a la que someten los proyectos de transformación a las organizaciones las convierte en lugares humanamente insoportables si no se lideran adecuadamente? Liderar el cambio exige ser experto en transformación y cambio. ¿Sus directivos y agentes de cambio son expertos en gestión del cambio?
• Promueva una Cultura Innovadora 2.0: más allá de los proyectos, más allá de los agentes de cambio y su capacidad para utilizar herramientas de cambio, necesita asegurarse que su organización responderá de manera adecuada, establecer que su cultura adoptará rápidamente los cambios que hacen que la innovación sea posible. En culturas poco innovadoras es muy difícil cultivar la creatividad; tiene una alta mortandad entre agentes de cambio y un elevado fracaso. ¿Está la cultura preparada para el cambio? ¿Los directivos crean estas nuevas formas culturales? ¿Los nuevos valores como transparencia, responsabilidad o colaboración son las bases del éxito?
Sin renovación
"Nuestras organizaciones se están haciendo viejas, porque el management no avanza al ritmo de los tiempos, porque los paradigmas directivos se quedaron atrás añorando con melancolía los tiempos en los que todo era más fácil", indica Gallardo.
Las nuevas organizaciones, según plantea, requieren potenciar nuevos valores y técnicas, asentadas en aquellos siete pasos que, probablemente, no sean fáciles de instrumentar. Pero vale la pena entender la urgencia del nuevo paradigma de la flexibilidad y rapidez, de crear una organización innovadora.
"El pecado mortal empresarial, el más obsceno, el que más precariedad y horror traerá a nuestras sociedades es la lentitud en innovar. No hay empresas buenas lentas, ya que morirán", puntualiza el experto.
Crear organizaciones innovadoras requiere pasión, de una fuerte convicción de que todo lo que hacemos debe ser cambiado si no permite que nuestras organizaciones sean rápidas. Esto sólo nos traerá él éxito si alineamos el talento, gestionamos el cambio y tenemos la intuición para acertar en los cambios que proponemos, finaliza el especialista español en su trabajo.