Enormes manchas negras reemplazaban ayer a las llamas que ardieron el jueves a la noche en 24 de Septiembre 626. El incendio, que se inició en un segundo piso y luego se extendió al primero, consumió todo el depósito de una juguetería. Y, como consecuencia, arruinó los salones de ventas de "Judy Luly's" y "El Mercedario".

Los comerciantes vecinos relataron que el fuego comenzó a las 20.30. "Los bomberos llegaron cerca de las 21, pero no podían hacer reaccionar la bomba", contó Liliana Stern, que trabaja en una herboristería. Desde otro local, dedicado a la venta de lámparas, Guillermo Lesnik explicó que los bomberos mojaron accidentalmente el motor de la bomba y que por eso no podían extraer el agua.

"Todos los vecinos les prestamos los matafuegos. Lo que pasa es que una vez que se prendió el plástico no hay manera de pararlo si no es con mangueras importantes y eso es lo que faltó. La bomba no arrancó y no podían tirar el agua con fuerza", aclaró Lesnik. El comerciante destacó, en ese sentido, que "no es culpa del personal de Bomberos, sino de la falta de inversión".

Según pudo conocer Lesnik, que tiene su local justo enfrente de la juguetería, la pérdida fue total. "No sirve nada de lo que está ahí porque toda el agua que se usó para apagar el fuego arriba cayó transformada en un líquido negro", afirmó, y lamentó que los propietarios de ese negocio ya habían comprado mercadería suficiente para abastecer las ventas de Navidad y Reyes, dos fechas importantes para los comerciantes del rubro.

Matafuegos y bidones

René Ledesma, un empleado de comercio que trabaja en esa cuadra, también fue testigo del incendio. "Los bomberos enchufaron la manguera en la bomba del 'Carrefour', pero las mangueras tenían agujeros por todos lados, fue un desastre", describió el hombre.

Por su parte, empleados del supermercado que funciona en esa cuadra prefirieron no hacer mayores comentarios sobre el siniestro. Sólo comentaron que, además de aportar unos 30 bidones de agua mineral, les prestaron a los bomberos los 12 matafuegos que tenían en el local y pusieron a su disposición los 10.000 litros de agua que había en el tanque y que se consumieron totalmente. "Fue un gesto de solidaridad", expresaron.

La ayuda de Tafí Viejo

Fueron 13 los camiones de bomberos de distintas localidades que se acercaron al lugar del hecho y más de 50 los bomberos que ayudaron a combatir el fuego, según indicó Ángel Adolfo Aguilar, jefe de los Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo. "Cuando nos pidieron refuerzos mandé un móvil nuevo, totalmente equipado, y el camión cisterna. Pero el incendio ya estaba declarado", recordó.

"Entre todos rodeamos el fuego y logramos controlarlo a las 23.30", señaló Aguilar. Sin embargo, contó que trabajaron hasta las 5.30 del día siguiente para enfriar todo el lugar. "Había montañas de plástico y papeles que dificultaban la tarea", explicó.

Respecto a la falta de agua, aclaró que en el caso particular del camión aportado por Tafí Viejo estuvo abastecido todo el tiempo. También mencionó que se extrajo agua de la boca hidrante situada en la esquina de 24 de Septiembre y Muñecas. "Pasa que la capital carece de bocas hidrantes, hay muy pocas en el microcentro", criticó.

Aguilar aprovechó la oportunidad para remarcar: "el Gobierno tiene que generar más recursos para los bomberos, tanto para nosotros los voluntarios como para los de la Policía. Necesitamos una ley del bombero".

"No nos faltó personal ni equipo; muchas mangueras fueron de estreno", dijo Torres

El gobernador, José Alperovich, negó que durante la sofocación del incendio que se desató hacia las 20.45 del jueves en un local comercial de 24 de Septiembre al 600 haya faltado agua. Al mismo tiempo, ponderó el accionar de los bomberos de la Policía de Tucumán y voluntarios, que actuaron durante el siniestro. "Por lo que tengo entendido, los bomberos y Defensa Civil (DC) han funcionado bien; había agua, actuaron rápidamente y lograron apagar el fuego. Hubo agua, hubo todo, no es como leí, que no había agua", afirmó el mandatario, en su habitual rueda de prensa matutina, tras inaugurar la nueva guardia del hospital Nuestra Señora del Carmen.

En el mismo sentido se pronunciaron, más tarde, otros funcionarios del Estado provincial: el jefe de la División Bomberos de la Policía de Tucumán, comisario mayor Néstor Osores, y el titular de DC, Fernando Torres. Durante una conferencia de prensa que brindaron en el despacho del Ministerio de Seguridad, en Casa de Gobierno, ambos señalaron que no utilizaron el agua de dos camiones cisterna, que durante la sofocación del incendio actuaron autobombas de última generación y que, incluso, estrenaron mangueras.

LA GACETA consignó en su edición de ayer que diversos testigos habían visto que los camiones se quedaron sin agua, que el encargado de un supermercado cercano ordenó entregar a los bomberos bidones de agua mineral del comercio y que algunas mangueras estaban pinchadas.

Osores admitió que recibieron bidones de agua, pero dijo que eran para uso personal de los bomberos. "No todos conocen las técnicas de sofocación. Nos llevaron agua en botellas y en bidones, pero para que nos hidratemos, porque estuvimos expuestos a altas temperaturas durante más de cinco horas. Pero de ninguna manera faltó agua", afirmó. Señaló que las cámaras de la zona muestran que utilizaron agua de una boca hidrante ubicada en 24 de Septiembre y Muñecas.

"Otros camiones cisterna que llevaron bomberos voluntarios y gente de la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán no han sido utilizados. Es una aberración hablar de que no hubo agua; aparte, aunque nos hayan dado 1.000 bidones no lo íbamos a apagar con eso porque no es la técnica: se necesita presión, elementos técnicos. Hay que tener en cuenta que la carga de fuego era, en su mayoría, plástico y cartón", añadió. Dijo, además, que están muy próximos a establecer las causas del incendio.

Equipamiento

Osores ponderó el equipamiento con que cuenta la División Bomberos de la Policía. "Tenemos equipo de aproximación; hace tres meses la Jefatura de Policía nos dotó de equipos de protección y de respiración autónoma, de última generación", señaló. Añadió que para apagar el incendio trabajaron unos 50 efectivos en forma directa, más el personal de DC de la Provincia y del municipio de San Miguel de Tucumán, y que se arrojaron unos 200.000 litros de agua.

Torres reivindicó el equipamiento de los bomberos voluntarios. Dijo que desde el inicio de las gestiones alperovichistas se les proveyó de material. "Desde 2004, desde el inicio del Gobierno provincial, están recibiendo ayuda importante para equipamiento, para seguro de vida del bombero y de los automóviles y equipos de rescate. La cantidad de autobombas, muchas de última generación; de equipos, todos funcionando. No nos faltó personal ni equipo; muchas mangueras han sido de estreno", dijo; y aclaró que la Nación también envía una "fuerte ayuda".

El titular de DC provincial expresó que se debe trabajar en la prevención. "Hay que ver la limpieza y el orden de estos establecimientos. No hay que quedarse sólo con la habilitación; la responsabilidad también pasa por el comerciante, por el ciudadano", puntualizó. Si bien no emitió juicios respecto de las posibles causas del incendio del jueves, sugirió: "habría que ver si dejaron cables o térmicas expuestos, cómo habrán estado funcionando si tenían matafuegos y gente especializadas en su manejo. Si no hay consciencia, lamentablemente vamos a seguir sufriendo esto", advirtió.

Sin luz y sin agua, por ayudar a los bomberos

Se acostaron y amanecieron enojados. Los vecinos de los 12 pisos que tiene el edificio situado en 24 de Septiembre 675 estaban molestos porque colaborar con los bomberos les costó quedarse sin agua y sin energía eléctrica. Agustín García Fernández tiene 73 años y se quejó al salir de su departamento. "Los bomberos no tenían agua para apagar el incendio, entonces se metieron acá e hicieron un desastre. Me quedé sin agua y sin luz toda la noche".

El encargado del edificio, Juan Guzmán, ratificó las quejas de los vecinos. El hombre explicó que en un momento los bomberos se quedaron sin agua y enchufaron una manguera en la bomba del edificio. "Yo entré recién esta mañana (por ayer), pero mis compañeros me comentaron que no les funcionaba la bomba, que tenían rotas las mangueras y no tenían cómo apagar el fuego", relató.

"Los bomberos sacaron agua del edificio -agregó Guzmán- pero después no podían cerrar la llave, entonces se llenó toda la entrada de agua y cayó al subsuelo, donde tenemos una subestación eléctrica". Según dijo el encargado, se produjo un reventón y todos los vecinos se quedaron sin luz y sin agua hasta ayer a la mañana. "Sé que los vecinos le van a mandar al Gobierno una carta documento porque están muy molestos", adelantó.