Dos sueños figuran en el Twitter de José Monje: ser bombero y ser actor. Al primero todavía lo tiene pendiente, aunque mitiga la deuda con este razonamiento: "cuando actuás, también te metés en el fuego. Pero, con equipo, el fuego se ataja bien". Porteño del corazón de Barracas, de aquellos que crecieron jugando en el balcón y disfrutando del cielo desde una baldosa, el "Pepe" Monge adulto parece un converso: está convencido de que lo nuevo surgirá en el interior. "Veo que hay mucha materia prima, que es el momento; hace tiempo que vengo pensando que las nuevas ideas van a venir de las provincias", reflexiona el actor, que nació a la popularidad en 1982, cuando integró el elenco de esa factoría de figuras que fue "Pelito". En estas tres décadas, Monje hizo teatro (su oficio de inicio), cine y televisión. Y el presente lo encuentra en la "convergencia": hasta el miércoles, el actor estará filmando en Simoca, para uno de los cuatro capítulos tucumanos de la miniserie "La Ranchera", que se está filmando en varias provincias, para ser transmitido principalmente por la web. Defensor de la polémica ley de Medios, Monje parece vivir esta etapa con fervor militante. "Estoy trabajando y colaborando mucho en la provincia de San Juan; es importante que estemos entrenados para poder aprovechar la Ley de Medios, para poder apoyar a los actores, productores y directores en este momento. Siempre digo de la suerte que tienen los actores de las provincias, que no están enviciados.
-¿Cuáles son esos vicios?
- El vicio mayor es que no deben actuar con los esquemas, con los tics de Buenos Aires, con los guiños que está marcando Buenos Aires desde hace años.
-¿Por ejemplo?
- Decir y expresar lo que hace años que venimos escuchando. Cuando viene alguien de la provincia y entra en el circuito comercial, se lo come, no puede romper. Ahora, tiene la posibilidad de decir desde su lugar de origen; y eso nos va a dar un nuevo lenguaje, aparece una nueva poesía.
- ¿Cómo lograr que esos nuevos contenidos se sustenten económicamente?
- No es una utopía. En este caso de "Ranchera", una coproducción con dos provincias ya tiene la cantidad suficiente de espectadores como para poder circular; todo ese público va a querer escuchar lo que le pasa al vecino de al lado; vamos a empezar a contar historias con la poesía y la música del lugar. Lo que está claro es que no se va a insertar desde el capricho, sino si hay calidad. A mí me ha pasado, en Buenos Aires no dejan entrar nuevas ideas.
-¿Cuándo empezaste a sentir eso?
- Hace años, que para poder insertar un proyecto propio en Buenos Aires tenés que pactar con tres o cuatro personas que se reparten la pizza en Punta del Este en el verano. Y de repente parecen paisajes como Tucumán, como San Juan, que te llevan a preguntarte qué hacés perdido en una baldosa.
- ¿Es cierto que tu sueño es ser bombero voluntario?
Creo que es la vocación más noble que conozco. Que alguien entregue la vida por un desconocido. Me parece tan noble como un guerrero en la época del romanticismo. Estaba viendo las imágenes del incendio en Tucumán, vi un bombero tratando de apagar ese fuego. Para los pibes, el bombero es como Superman sin capa. Es el héroe terrenal.