"Estoy cansado del automovilismo argentino", dispara José María López a quien se le nota en la expresión que lo carcome la ansiedad por saber si será o no piloto oficial Citroën en el Mundial de Turismo. "Me cansó el manoseo. Fueron seis años muy intensos en los que hice tres categorías y el desgaste fue enorme. Pero además no me sentí bien tratado", agrega al sitio Visión Auto. Estas palabras del talentoso cordobés se las puede analizar por muchos lados. Sin embargo, el camino más cercano es que el hecho de que lo hayan tentado para volver a Europa, ese mundo en el que siempre terminó frustrado, le renovó las esperanzas y hasta, tal vez, lo hizo cambiar de parecer sobre la actividad en la Argentina.
Ayer alivianó el tono de sus declaraciones. "Uno es preso de sus propias palabras, pero no quería decir eso. Me cuesta tomarme las cosas a la ligera", dijo el piloto de Río Tercero, que ya avisó que indefectiblemente de la respuesta de Citroën, su decisión es estar adentro del WTCC. Por ello se quedó sin butaca en el Súper TC 2000 y ayer cumplió con la última carrera, al menos por un año. ¿Y cómo le fue? Ganó, y se anotó la quinta victoria en la categoría y la 18ª, contando las 13 de TC 2000. Le dio un triunfo a la gente de Fiat, incluso a aquellos con los que terminó peleado.
"Pechito" se va y lo hace ganando fiel a su costumbre. Pero, ojo, no sea cosa que haya un moño de sorpresa, que este texto haya sido en vano y el ganador les salga al Cruze a pelear por recuperar la corona…