El enigma en torno a la sorpresiva muerte de Ricardo Fort tardará unos días más en descifrarse. La autopsia del cuerpo, que estaba programada para ayer, fue postergada para el jueves debido a que tanto la familia del millonario como el Sanatorio La Trinidad, donde se produjo la muerte, tuvieron demoras en los trámites de presentación de peritos de parte.
El cadáver fue exhumado este fin de semana y desde entonces permanece en la Morgue Judicial, donde se cumplirá la necropsia que buscará determinar las causas del fallecimiento. En la causa, iniciada por denuncia de Paloma Fort, hija de la astróloga Aschira y Felipe Fort -abuelo de Ricardo-, aún no hay una imputación dirigida contra médicos o enfermeros.
El viernes pasado había declarado como testigo Gustavo Martínez, ex pareja del empresario, quien aportó los nombres de los médicos que atendieron al mediático y explicó que, si bien estaba alojado en La Trinidad, contaba con asistencia de médicos personales, de su propio equipo. Con esa información, más los resultados de la autopsia, el juez Diego Slupski decidirá si llama a prestar declaración testimonial a otros allegados y amigos de Fort.
Paloma Fort fue quien, antes que la madre y los hermanos del millonario, hizo la denuncia para que se secuestrara su historia clínica del sanatorio ya que, según declaró a los medios porteños, sospecha que este pudo haber sido asesinado por gente de su entorno. "Puede ser que lo hayan mandado a matar. A muchos les conviene que Ricardo no esté vivo. Es miserable lo que han hecho, lo dejaron solo en la casa velatoria. Los dos venimos de la misma miseria de familia".