Todo el cuerpo está en máxima tensión. Las manos expresan sentimientos y el taconeo marca el tiempo del baile, con las faldas al viento y la firmeza en el rostro. Palmas, guitarras y voz completan la escena, donde se respira energía, compromiso y tradición.

Es difícil abstraerse de la invitación a seguir el ritmo, sentado o de pie, cada vez que suena un cante jondo flamenco. La cartelera y el runrún social sugieren que este arte surgido hace tres siglos de las entrañas de la etnia gitana radicada en Andalucía vive un tiempo de renacimiento en Tucumán y en el país; casi tanto como otros géneros de la muy diversa música española. Lo que antes estaba reservado para algunos, hoy es un espectáculo de consumo masivo, con múltiples academias (no hay un número preciso de institutos en Tucumán, pero ronda la docena) y ofertas para todos los gustos. Y la prueba mayor de popularid está en que cada vez más tucumanos contratan espectáculos de famenco para fiestas privadas.

Contrariamente a los prejuicios que pueden abundar, las danzas españolas no sólo atraen a descendientes de la península ibérica que añoran sus raíces, aunque ese componente nostálgico está presente. Por el contrario, atraviesa orígenes y está incorporado en la actividad artística habitual de la provincia como una propuesta más. Así lo demuestra la presencia en la cartelera de estos días de diferentes espectáculos profesionales y muestras de talleres, que pueblan el fin de año.

52 ritmos
Si bien el flamenco concentra la mayor atención y es hoy lo más seguido, la profesora Sandra Maldonado le aclara a LA GACETA que es sólo “una parte de lo español”. “Su gran atractivo es que está compuesto por 52 ritmos distintos y está muy difundido. Constantemente vienen maestros a dar clases desde Andalucía, ya que en la provincia tenemos una comunidad andaluza muy importante, que mantiene un interés muy especial en esta disciplina”, señala, y resalta que la pasión supera el aspecto musical, ya que se proyecta en encuentros comunitarios, paellas masivas y fiestas tradicionales, como la de la Virgen del Rocío, en Pentecostés.

Maldonado conduce el cuerpo de baile del Centro Andaluz Federico García Lorca, que presentará esta noche en espectáculo Embrujo Andaluz, con la cantante Adriana Villarreal como artista invitada y recitados y relatos en off de Juan José Torres. El Centro es la única institución en esta región reconocida por la Junta de Andalucía como territorio andaluz fuera de España.

Su defensa del baile flamenco es férrea: “es una danza que trabaja todo el cuerpo de una manera minuciosa, desde los dedos, con movimientos de manos y toques de castañuelas, hasta los pies; a veces los médicos la recomiendan como actividad física no gimnástica”. “A esto se agrega la expresividad artística, que llega luego de que se domina la técnica. Al bailar vuelco cosas internas, ni sé qué cara pongo”, admite.

Si bien recuerda que “lo tradicional español comenzó a resurgir fuerte hace unas dos décadas”, remarca que “hoy tiene una presencia diferente en la sociedad y hay una nueva fuerza gracias a las redes sociales en Internet”. “Me contratan permanentemente para fiestas particulares, lo que antes no pasaba”, admite.

De todas las edades
Esa misma realidad vive Ana Laura Ternavasio, en cuyo taller conviven el flamenco y la zarzuela. “Llega cada vez más gente que siente la necesidad de volver a su origen. Hay un fuerte acercamiento social que no lo veía hace 15 años, cuando empecé en esta actividad. Viene gente de todas las edades: tengo alumnos que tienen cuatro años y otros, 70; muchos han crecido escuchando las canciones y los ritmos que ahora bailan, pero otros están creciendo con ellos. Se inculca de generación en generación”, destaca.

“El flamenco es arte, te llena el alma y te lleva de vuelta a las raíces”, apunta. “Mi papá no me dejaba bailar flamenco, porque estaba mal visto que una mujer sea bailarina. Ese estigma social ya está perdido, para beneficio de una danza tanta pasión y fuerza que lo distingue de otras, en la cual se mezcla sentimiento e interpretación, y en la que cada paso te invita a hacer una interpretación distinta, te muestra un abanico con muchas posibilidades artísticas”, afirma.

Ternavasio insta a superar la frustración inicial: “es muy difícil, no es lo mismo que el folclore o la salsa, porque exige una coordinación especial entre cabeza y cuerpo y es un gran desafío”. La docente trabaja en algunos espectáculos con su madre, Ana María Ternavasio, directora de la Casa de la Zarzuela, quien defiende este género costumbrista y resalta que “Tucumán es un polo nacional en esta manifestación artística”.

La oferta artística para este fin de semana en el sonido más íntimo del sur de España se completará mañana, cuando suba a escena en el Teatro Alberdi el espectáculo de flamenco, bailes jondos y festeros y copla andaluza que dirige Ana Sancho Miñano, con la actuación del Ballet Tiempo Flamenco y los cuerpos de baile de la Asociación Española, y la participación especial de Ricardo Carrero Hero y Mónica Moya en canto y del bailaor porteño Diego Ferreira.

ACTÚA MAÑANA

• Ballet Tiempo Flamenco, que dirige Ana Sancho Miñano, e invitados, en el Teatro Alberdi a las 21.30.

ACTÚA HOY

• Embrujo Andaluz, dirigido por Sandra Maldonado, se presentará en el Teatro San Martín a las 22.