La intensa lluvia que azotó ayer, desde la madrugada la capital de nuestra provincia, obligó a Juan Amador Sánchez a cambiar los planes que tenía para una jornada que prometía ser movidita, como la mayoría desde que San Martín arrancó con los trabajos en 2014.
El plantel “santo” tenía todo claro. Los triples turnos no iban a modificarse hasta hoy, cuando los jugadores iban a tener su ansiado descanso. Pero no; no pudo ser. La mañana fue movida en Cebil Redondo, pero por otra cosa.
A las 8, y a pesar de la lluvia, los jugadores estaban al pie del cañón. Llevaron a cabo sin problemas la primera parte de la sesión, que incluía trabajos en el gimnasio ubicado en el primer piso del complejo Natalio Mirkin. Pero la lluvia no cesaba. Por eso, alrededor de las 9.30, cuando debían pasar a la cancha principal del predio para continuar con el cronograma estipulado, el DT decidió poner punto final a la práctica. “No estaban dadas las condiciones para seguir practicando”, le confió Sánchez a LG Deportiva.
La lluvia se había transformado en una furiosa tormenta eléctrica; y con el trágico suceso de Villa Gesell fresco en la memoria, la decisión era más que acertada.
“La primera parte pudimos realizarla sin problemas. Pero no era conveniente arriesgar. Decidimos que los jugadores vayan a sus casas y, si el tiempo lo permite, entrenen por la tarde”, dijo el DT ni bien se interrumpió la sesión, aunque dejó todo supeditado a las condiciones climáticas. “Cayó muchísima agua en poco tiempo. Ahora hay que ver cómo responden los campos, que estaban completamente inundados”, remató.
Por la tarde, el clima había mejorado. La lluvia y los rayos habían desaparecido. Pero los campos del complejo aún no estaban listos para soportar un entrenamiento. Por eso, el entrenador decidió suspender la sesión. Hoy, el plantel tendrá jornada libre y mañana volverá a entrenarse pensando en el torneo y sobre todo en el primer chico contra el “primo”.