La ley de las 4AM llegará a su fin luego de casi ocho años. La polémica norma que limita la noche tucumana debutó en la provincia un viernes 12 de mayo de 2006. El gobernador José Alperovich firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para que cierren sus puertas los locales bailables, boites, pubs, boliches, salas de espectáculos nocturnos, entre otros, y que los bares y drugstores no vendan alcohol a partir de esa hora.
La norma se implementó luego del crimen de Paulina Lebbos, quien desapareció en febrero de 2006 luego de haber concurrido a un boliche de El Abasto junto a una amiga. La intención de la medida, avalada por la Legislatura, era mejorar la seguridad y evitar los excesos de la noche entre los jóvenes.
La contraversial ley desató quejas y protestas de parte de los jóvenes, los empresarios de locales nocturnos y algunas ONG, y provocó la proliferación de fiestas clandestinas, conocidas comunmente como "afters". Sin embargo, siempre fue defendida, hasta hoy, por Alperovich. "Los resultados (por la aplicación de la ley) han sido buenos, entonces no hay por qué cambiarla. Los informes indican que esto ha ayudado a que los chicos tomen menos y estén más temprano en sus casas", había dicho a fines de octubre de 2012.
El 26 de febrero de 2006, Paulina fue a bailar junto a su amiga Virginia Mercado. Al salir de allí, ambas se subieron a un taxi y se dirigieron hacia la casa de Mercado, quien descendió, y Paulina siguió su viaje. Su cuerpo fue encontrado 13 días después a la vera de la ruta 341, en la localidad de Tapia, 30 kilómetros al norte de la capital, aunque según la autopsia el crimen ocurrió el mismo día de su desaparición.