La Fiesta Nacional del Queso no olvidará fácilmente el final de la edición número 45. A diferencia de las otras jornadas, este domingo hubo cielo despejado y los festivaleros llenaron el predio del Complejo Democracia. Más allá del buen clima y la despedida, la mejor convocatoria del fin de semana obedeció a un nombre, un apodo y dos apellidos: Soledad Pastorutti y "El Chaqueño" Palavecino.
"La Sole" derrochó simpatía durante su estadía de una hora en el escenario "Rosita e Isidora Álvarez de Guanco". Espontánea y cálida, cantó, bailó y dialogó con el público como sólo es capaz de hacerlo una artista con "20.000 horas de vuelo". Discreta en el protagonismo aunque efectiva en el canto, Natalia María Pastorutti acompañó a su hermana en buena parte de la presentación tafinista.
La maternidad ("La Sole" tiene dos niñas), y la nostalgia de un pasado de "telonera" de "Cuti" y Roberto Carabajal dieron letra a la cantante de Arequito (Santa Fe), que dijo que con el tiempo valoraba más y más el cumplimiento de los horarios y, por ello, elogió la organización del festival. El chamamé y el carisma de "La Sole" encendieron al público, que coreó las canciones, movió el esqueleto y le entregó todo tipo de regalos, presentes que la homenajeada se ocupó permanentemente de recoger y agradecer.
En este espacio de música y humanidad tuvo lugar un espectáculo dentro del espectáculo: el debut en la Fiesta del Queso de las hermanas tucumanas Aldana y Giuliana Cardozo. La anfitriona del escenario las presentó como las "mini Sole y Naty", y dijo que las había conocido ese domingo y que quería darles una oportunidad. Entonces salieron al ruedo las niñas de 11 y 9 años vestidas con poncho y decididas a no desperdiciar el voto de confianza. Muy desenvueltas y aplomadas, las Cardozo confirmaron que lo suyo es la música y el micrófono. Por un rato, "La Sole" quedó en segundo plano y al frente pasaron las ilusiones de estas dos "bombas tucumanas" en potencia, que recordaron a su padre fallecido hace ocho meses, y dejaron el corazón con "A don Ata" y "Alma, corazón y vida". Como luego dijo el Oficial Gordillo, actitud mata talento: las Cardozo ya tienen lo primero y están a un rato de lo segundo.
Saludo correspondido
Los chistes escatológicos del Gordillo de Miguel Martín amortiguaron la transición entre las Pastorutti y "El Chaqueño" Palavecino. La estrella entre las estrellas de la Fiesta del Queso llegó con una banda compuesta por una decena de músicos, sin duda la más potente de las que pasaron por Tafí este año. Con "El Chaqueño" salió a bailar todo el Complejo Democracia y no era para menos: a las 2.35 de la madrugada del lunes ya estaba todo perdido por perdido. Entonces, sólo quedaba ganar y hacer que la resaca valga la pena.
Rápido de reflejos, "El Chaqueño" invitó a "La Sole" y a solas con ella improvisó un vals. Insaciable, el folclorista pidió luego por Natalia María Pastorutti: las hermanas se ubicaron a su diestra y siniestra, y juntos cantaron clásicos sin riesgos, como la zamba "Noches de Tucumán" y "Entre a mi pago sin golpear".
Y así se fue extinguiendo una Fiesta Nacional del Queso que superó la prueba con una cartelera atractiva y que tiene mucho margen para crecer en términos de recuperación de los valores culturales autóctonos (la exhibición Museo del Queso fue un buen paso en ese sentido). En el programa del domingo también se destacaron los Carabajal y la elección de "La Donosa 2014", título que obtuvo la joven tafinista Jimena Ayelén Tejada, del club San Miguel de LasTacanas. Por la tarde hubo desfile de agrupaciones gauchas y un concurso de ensillada que ganó el niño Ulises Gavino Santiago Cáceres con su caballo criollo. Con destellos grandes y pequeños, el festival dijo adiós con altura y hasta la luna tucumana correspondió el saludo.