El sargento Darío Walter Suárez salió de su casa del pasaje Japón al 1.300 a las 6 de ayer, como todas las mañanas, para realizar un servicio adicional en una droguería. Pero no fue un día rutinario y normal. Cerró el portón de su casa y cuando estaba por subir a su moto se le aparecieron dos ladrones.
“El suboficial comenzó a forcejear con uno de ellos, que a punta de pistola le intentó robar la moto”, comentó el comisario Luis Medina, jefe de la Unidad Regional Capital (URC).
Luego, el ladrón le habría pegado al policía en la cabeza con la culata del arma para reducirlo y le efectuó un disparo, según narró Medina. El policía fue herido en el abdomen.
“Suárez cayó al piso, logró sacar su arma reglamentaria y realizó tres disparos. Uno de ellos impactó en el pecho del delincuente y los otros dos habrían herido al otro asaltante que estaba en una moto”, indicó el jefe de la URC.
La imagen era dantesca. Suárez herido en el piso y el ladrón también en el suelo, moribundo. Ambos rodeados por un charco de sangre.
Los vecinos, al escuchar los fogonazos y el griterío, llamaron al 911. A los pocos minutos llegó una patrulla que estaba por la zona. Los policías constataron que el supuesto ladrón, luego identificado como Gonzalo “El Gordo” Romero, estaba sin vida. En tanto que Suárez fue asistido hasta que llegó una ambulancia. Primero fue trasladado al hospital Padilla y de ahí a un sanatorio, donde fue operado. Se encuentra fuera de peligro.
“El hombre que falleció tenía un pedido de captura y en su planilla de antecedentes penales registraba varios asaltos en su haber”, aseguró Medina.
Pasadas las 7.30 llegó al lugar el fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, quien ordenó acordonar la zona para que pueda trabajar la Policía Científica.
“El otro ladrón logró escapar en la moto y no descartamos que esté herido”, argumentó Medina.
Ya eran las 8. Esa porción de la ciudad (avenida Alem al 1.700) comenzaba a tomar el ritmo habitual y los vecinos empezaron a amontonarse. Todos coincidieron en señalar que la zona es muy insegura, y que los robos se repiten.
Los vecinos
“La Policía está custodiando un supermercado que está sobre la avenida, pero por aquí no patrulla. Roban caminando o en moto y a toda hora”, dijo Verónica, empleada de un almacén ubicado en Pasaje Japón y avenida Alem. “Durante los saqueos nos robaron todo y nadie hizo nada”, agregó la mujer.
“De noche se torna muy insegura la zona. Hay varios negocios que asaltaron en los últimos tiempos”, sostuvo Gonzalo, empleado de una verdulería que está sobre la avenida Alem al 1.700.
Irma Ana Candusso de De Petris, en tanto, destacó que el policía es una excelente persona. “Antes vivía en los edificios detrás de la estación de servicio (avenida Alem y pasaje Soriano). Ahora por razones económicas se mudó a lo de su suegra”, comentó.
“Hace una semana, cerca de las 16.30, a una mujer la arrastraron media cuadra para robarle la cartera”, aseguró Candusso de De Petris.
“Tenebroso lo que está ocurriendo. Asaltan en todo momento. Habrá que empezar a actuar por nuestra cuenta”, razonó Ana, que vive en el Pasaje Japón al 1.400.
“Es una vergüenza. A las maestras que salen de la escuela Dean Funes todos los días les quitan los celulares en la parada del ómnibus”, contó Álvaro, otro vecino. “Y eso que están a dos cuadras de la seccional 13ª”, ironizó.
Estela Giménez vive a dos casas de Suárez. “Escuché el tiroteo, pero como es común oírlos todos los días, ni me imaginé que fuera Dario. Es una zona bastante insegura”, aseguró. “A ellos (por la familia del policía) hace un tiempo le robaron. Entraron por la tapia y le sacaron un secarropas”, relató Giménez.
Respuesta policial
“La respuesta no es de un 100% pero hacemos lo que podemos”, se sinceró el jefe de la URC. “Si bien la zona de cobertura es muy grande se realiza la tarea de prevención en forma constante”, indicó Medina. “Aquí no sólo luchamos y tratamos de combatir los asaltos sino también el flagelo de las drogas”, explicó el jefe policial. “Estas personas (en referencia a la delincuencia) roban o hacen cualquier cosa para adquirir droga. Es un drama diario”, se lamentó.
La otra versión
Hasta el lugar también se llegaron conocidos del “Gordo” Romero. “Lo mataron como a un perro. Hoy cumplía 26 años. Laburaba y se hacía algunas mañas (sic)”, dijo Raúl, un conocido de la víctima.
El fiscal no ordenó ninguna medida privativa de la libertad en contra de Suárez y pidió que le informen cuando el policía se encuentre en condiciones de declarar, para dar oficialmente su versión de qué pasó en la puerta de su casa.