Como si las nubes hubiesen escuchado los ruegos de los vecinos, de a poco fueron desapareciendo del cielo y el sol asomó en el sur de la provincia. Ayer, el nivel del agua que inundaba montes, fincas y caminos empezó a bajar. Y, de a poco, la ayuda llegó a las comunidades de El Mistol, Puesto Los Pérez, El Duraznillo y El Palancho, en los departamentos La Cocha y Graneros.
Unas 500 personas permanecían aisladas desde el sábado en los parajes que se encuentran entre La Cocha y Taco Ralo. Ayer, tractores de la comuna lograron llegar hasta estos lugares con alimentos, ropa y colchones que repartieron entre los vecinos. También llegaron médicos del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) para evaluar el estado sanitario en general.
“Por fortuna las condiciones del tiempo mejoraron y el agua está escurriendo. Se pudo llegar hasta la gente que ya no tenía alimentos. Esperemos que el clima siga así y que no vuelva a llover”, rogó Carlos Ortiz, comisionado comunal de Taco Ralo. El funcionario aseguró que máquinas de Vialidad de la Provincia harán obras de acondicionamiento en los caminos vecinales y en la ruta 334, que fueron devorados por el agua. “Pero hay que esperar a que la creciente se vaya definitivamente para que las niveladoras puedan operar”, advirtió. El tránsito por la zona podría restablecerse en pocos días más gracias a que los puentes del río San Francisco y de otros cauces menores no resultaron dañados. “Dios quiera que el agua drene rápido y no vuelva a llover. Vivir aislados es una pesadilla”, contó la vecina Nelly Quiroga.
Los habitantes de la zona insistieron en que es necesario que se concrete un plan de canalización para evitar los anegamientos en las poblaciones y en los campos. “Al cauce del río San Francisco hay que ensancharlo. Y sobre la ruta se tiene que hacer un puente más elevado. También sería bueno construir un canal maestro que desemboque en el río San Ignacio”, sugirió Ricardo Lazarte.
Obras hídricas
Los casi 500 pobladores de Puesto Los Pérez, El Mistol y Palancho dijeron que ya elevaron varias notas a las autoridades de la Provincia en las que solicitaban obras hídricas que impidan los desbordes de los arroyos La Posta, El Sueño y del río San Francisco.
“Nos dijeron que en este lugar hay que hacer muchas inversiones y que por ahora el Estado no está en condiciones económicas de encarar las obras. Es decir, seguiremos condenados a sufrir esta pesadilla”, se quejó Lazarte. El comisionado comunal Ortiz reconoció el elevado costo que tendría la canalización de la zona. “Estiman que se necesitan más de $ 100 millones. Y que, para eso, es preferible reubicar a la gente”, admitió.