Desde que se rompió los ligamentos no había tenido chances de volver a una cancha. Hasta hoy, cuando a las 15 San Martín comience a cerrar la persiana del Nonagonal ante Guillermo Brown en Puerto Madryn. “En este torneo aún no me había tocado jugar, pero siempre espero la oportunidad de atajar y estoy preparado para hacerlo, a pesar de que la mayoría de las veces tenga que estar en el banco y de que el que está adentro, Diego (Pave), lo haga tan bien”, reconoce Juan Carrera, dueño del buzo titular en La Patagonia, en reemplazo de “Mostro”.
Al “Gigante” le llegó la chance justo cuando la misión manda hacer un esfuerzo doble: un buen papel para llevarse los tres puntos y dejar al “santo” lo más arriba posible (y esperar que Guaraní no gane para saltear la tercera fase) dejando de lado el viaje eterno en micro. “Hay que tratar de descansar, aunque sea difícil porque justo tocó viajar. Y... uf, es una locura estar más de 30 horas en micro”, reconoce, pero sin perder la motivación. Es que a este momento lo estuvo esperando demasiado tiempo porque recuperarse de la grave lesión le tomó un año y si bien volvió a hacer fútbol en la pretemporada, vio todos los partidos desde el banco.
“Uno se pone ansioso por volver a jugar pero a la vez no queda otra que tomarlo con tranquilidad y, sobre todo, la seriedad que corresponde. Este será un partido importante para nosotros porque todavía queda una posibilidad y además siempre si se puede clasificar tercero será mejor”, opina el Uno.
Carrera encabeza lista de viajeros no sólo por sobresalir a lo alto, sino porque con sus 33 años doblega en edad a la banda de pibes que Arnaldo Sialle eligió para sacar pecho ante Guillermo Brown. “La mayoría de ellos ya se entrenó con nosotros y la verdad que se ven bien. Es una buena posibilidad para que esos chicos demuestren que el club tiene buenas inferiores y que también se trabaja abajo. Además ellos dan la talla para seguir jugando también”, opinó Juan, un poco como experimentado y otro como compañero.
Carrera está listo para aprovechar el momento. “Y para demostrar que vengo con ritmo de fútbol, que estoy a la altura”, dice. Y si hay algo que le sobra a Juan eso es altura... Con su metro 91 centímetros el arquero tuvo que prepararse de una manera especial para afrontar tremendo partido. “Es una locura”, repite sobre los casi 2.000 kilómetros que tuvo que hacer en un colectivo. “Para todos es difícil y para mí más, porque no entro, aunque sea coche cama, ja ja. No hay chance”, sonrió “Gigante” sobre la experiencia de viajar al sur.
“Ojo, estoy preparado. Si es necesario me tiro en el pasillo, pongo las colchonetas y llevo almohada, ja ja”, avisa Carrera, dejando de lado los treinta y pico de asientos que tiene para elegir en el micro que traslada al plantel “santo”. “También hay que tratar de descansar en el hotel y después hacer lo mejor para que todas esas horas de viaje no hayan sido en vano y podamos volvernos con los tres puntos”, entiende.
El lado bueno en esta cuestión de asientos e “incomodidades” es que Carrera podrá tener tiempo de estirar los músculos debajo de los tres palos y sacando pelotas que busquen su arco, algo que todo San Martín le agradecerá, porque significará ayudar a mantener la buena racha y los ánimos para ir en busca del segundo ascenso.