BUENOS AIRES.- Las centrales sindicales opositoras que encabezan Hugo Moyano y Luis Barrionuevo ratificaron la convocatoria, “a toda la sociedad”, a marchar hoy a Plaza de Mayo, para que el Gobierno nacional llame “a todos los sectores” a debatir soluciones contra “la inseguridad y la inflación”. La invitación es a “toda la sociedad, sin banderías ni banderas políticas, para que alguien escuche este clamor popular”, afirmaron los organizadores, ante el silencio absoluto de la Casa Rosada ante los cuestionamientos.
El acto central opositor se realizará a las 15, en la Plaza de Mayo donde no habrá discursos y sólo se leerá un documento en un escenario donde tampoco habrá dirigentes, “solo niños que serán los protagonistas de la jornada”.
El secretario de Relaciones Internacionales de la CGT moyanista, Juan Carlos Schmid, advirtió que “el reclamo excede al Poder Ejecutivo” nacional y lo extendió a “todo el arco político”.
Moyano acusó al Gobierno de no hacer nada frente a las crecientes “suspensiones y despidos” y, al ratificar la movilización, afirmó que aunque los kirchneristas digan que “fundaron” la Argentina, “la están fundiendo”.
La protesta, sin la adhesión esta vez de la CTA disidente de Pablo Micheli, se encuadra en el marco del plan de acción que aprobó un plenario de secretarios generales de ambas centrales enfrentadas al Gobierno. Si bien la convocatoria no es a un paro, sino solamente una movilización, no se sabe cómo participarán choferes de colectivos y maquinistas de trenes.
Paro y ¿renuncia?
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que conduce Antonio Caló, también jefe de la CGT afín al Gobierno, estimó en un “90%” el acatamiento a la huelga de 24 horas que ayer realizó en la rama siderúrgica, en reclamo de que las empresas de esa actividad cumplan con el aumento acordado en las últimas negociaciones paritarias.
El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y la prórrogó por cinco días para intentar enfriar el conflicto. Hasta ayer, Caló se había mantenido en absoluto silencio, lo que generó más de una especulación en los ámbitos políticos. Sin embargo, el sindicalista oficialista apareció ayer y puso en dudas la posibilidad de analizar una eventual unidad de esa central obrera peronista, debido a las diferencias que mantiene con Moyano, al remarcar que “nadie se quiere bajar del caballo” e ironizó que no dará “por el pito más de lo que el pito vale”.
Caló volvió a repetir que su renuncia en la conducción de la CGT está a “disposición” por la unidad del movimiento obrero, actualmente dividido. (DyN)