MONTEVIDEO.- Luis Suárez llegó ayer en silencio a su país y se refugió en la casa de su madre, en las afueras de Montevideo, tras ser expulsado del Mundial por morder a un rival. El goleador llegó en las primeras horas a Uruguay, donde lo esperaba un puñado de personas después de que cientos de hinchas se retiraran sobre la medianoche tras aguardarlo varias horas para saludarlo y darle su apoyo.
Las voces de aliento se multiplicaron en su país desde que se conoció la sentencia de la comisión de disciplina de la FIFA, que le aplicó nueve partidos de suspensión, cuatro meses de cualquier actividad relacionada con el fútbol, 110.000 dólares de multa y decidió su expulsión del Mundial por morder a Giorgio Chiellini.
“Antes de este caso se han visto cosas que se han medido con una vara muy diferente. A Suárez, como se reprende a un amigo, que sepa que nunca va a estar solo”, dijo Oscar Tabarez, entrenador uruguayo, en un una especie de rueda de prensa que brindó (sin aceptar preguntas) ayer en Río. El “Maestro” incluso anunció su renuncia al cargo que poseía en la FIFA a la comisión de estrategia. “Lo usaron como chivo expiatorio”, se quejó.
El presidente de Uruguay, José Mujica, estuvo también en la terminal aérea de Montevideo para recibirlo y ya ha demostrado su apoyo para con el jugador. “La FIFA se puso dura, porque Uruguay es una nación chiquita y les sale barata. No le perdonan que no fue a la Universidad. Lleva la rebeldía y los dolores de los que vienen de abajo”, dijo el primer mandatario.
Incluso hasta el propio Chellini, víctima de la mordida, se compadeció de Suárez. “Dentro de mí no hay un sentimiento de alegría, ni de venganza ni de rabia contra Suárez. Mi único pensamiento es para Luis y su familia, porque se encuentran afrontando un período muy difícil”, escribió el jugador italiano en su página web.
Ea ministra de Turismo y Deporte, Lilián Kechichián, sugirió ayudar al ser humano, mientras que el capitán de la selección Diego Lugano sostuvo: “hay que rodearlo y protegerlo a capa y espada”.
También hay voces críticas. “Este tipo de personas lo primero que debe hacer es reconocer el problema, internalizarlo y buscar ayuda profesional para aprender a modificar este tipo de reacciones agresivas”, comentó en un artículo publicado en la prensa uruguaya el psicólogo Alfonso Martínez.
Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, justificó la sanción. “Si es la primera vez, es un incidente. Más de una, no es más un incidente. Debería tratarse”, aseguró el dirigente. Los análisis de especialistas se repitieron en los medios, que se hicieron eco de las palabras del psicólogo británico Tom Fawcett, de la Salford University de Londres. “Volverá a pasar. Es su forma de ser”, comentó.
Pese a las muestras de apoyo, en Uruguay reina también la sensación de que su carrera recibió un duro golpe y su imagen quedó irremediablemente afectada.
Suárez se tomará un tiempo para decidir los pasos futuros. Alejandro Balbi, es abogado y miembro del comité ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol viajó a Barcelona para apelar el fallo.
Balbi también se reunirá con Pere Guardiola, agente de Suárez y hermano del DT Josep Guardiola, para analizar el destino del jugador. Barcelona lo pretende pero pidió una rebaja a la cotización por lo sucedido. (DPA-Especial)