“Maradona es más grande que Pelé”, es el hit preferido de los hinchas argentinos que ya tienen años encima. Los más chicos, especialmente los que crecieron con la Play Station, admiran a Lionel Messi por sobre los grandes cracks de todo los tiempos. Pero el trío de “dioses” de fútbol en realidad es un cuarteto que se completa con otro argentino: Alfredo Di Stéfano. El diario “Marca”, de España, afirmó: “se fue el más grande”. Es que en Europa, donde disfrutaron su destreza y gritaron sus goles, lo admiran, lo idolatran, lo aman. Es lo máximo. Aseguran que le cambió la historia de Real Madrid para convertirlo en el club más ganador del Viejo Continente. Le aportó 5 copas de Europa al “merengue” y marcó siete goles en las cinco finales. Convirtió en todas. “Una hazaña imposible de repetir”, según el ex delantero del seleccionado inglés, Gary Lineker. Fue tal su influencia en Real Madrid que lo nombraron presidente honorario.
“La Saeta Rubia”, como lo definió el periodista Roberto Neuberger cuando era joven y ya asombraba debido al color de cabello, velocidad y precisión en su juego, partió justo mientras se juega el Mundial. Nunca pudo ganar la Copa del Mundo. No le hizo falta para ser un grande. En el mundo del fútbol, Di Stéfano fue el cuarto rey mago, a la altura de Pelé, Maradona y Messi.