“Panqueque” es uno de los más desagradables habitantes de la patria futbolera, que tiende a reproducirse con notoria facilidad antes de que se dispute un Mundial. Son esos irritables seres que normalmente cuestionan con dureza a los técnicos y a los integrantes del plantel.
Pero la fama de estos molestos personajes crece cuando, con la llegada de un triunfo, cambian totalmente de opinión. Pasó en México 86, cuando en la final del certamen, un hincha colgó un trapo con la histórica leyenda “Perdón Bilardo”, tratando de limpiar así los efectos de la sucia campaña que se realizó antes de que comenzara ese certamen para destituir al técnico que condujo al campeonato a ese memorable equipo.
En Brasil 2014, pese a que aún la Copa no tiene dueño, los “panqueques” están apareciendo. Ya se vio una bandera en apoyo a Marcos Rojo, a los que los hinchas le había pedido que trajera alfajores y que ahora imitan su espantoso corte de pelo. Higuaín, con un gol, ya no es el gordito pasado de postres. Biglia, Basanta y Demichelis, con actuaciones clave, ya no son considerados turistas privilegiados. Imagínese cuál será el final de estos personajes si la Selección logra dar la vuelta olímpica.