BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó de “caraduras” a los fondos de cobertura que litigan contra el país en Nueva York por la deuda no reestructurada, y remarcó que ninguno puso un centavo en la Argentina.
El funcionario salió así al cruce de una nueva solicitada, publicada por una asociación que representa a fondos especulativos y reiteró que “no hay ninguna posibilidad de default” porque la “Argentina paga y cumple con sus obligaciones”. “NML, el fondo buitre, generó una demanda por un bono que adquirió en 2008 y el juez (Thomas Griesa) le reconoce una ganancia del 1.608%. Ninguno de estos fondos buitre puso un centavo en la Argentina, por el contrario, adquirieron títulos a precio vil. Son auténticos caraduras”, fustigó.
Al hablar con la prensa en la Casa Rosada, el jefe de los ministros rechazó el aviso que los fondos especulativos publicaron en matutinos porteños y reiteró que “la Argentina cumple regularmente los pagos de su deuda. Paga, no ingresa en default y está dispuesta a generar condiciones de negociación; más claro es imposible hablar”.
En alusión a Griesa, Capitanich aseguró que “son los mismos acreedores los que deben exigir al juez correspondiente” que habilite la percepción de los pagos que ya están depositados en un banco por parte de la Argentina. “Nuestro país no está en default, no va a estar en default, la Argentina paga, cumple sus obligaciones”, sostuvo.
“La Argentina defiende los intereses del país, en un contexto en el que estamos dispuestos al diálogo. El ministro de Economía (Axel Kicillof) ha estado en una audiencia con el mediador Daniel Pollack y naturalmente la posición es generar las condiciones de negociación”, añadió.
Por otro lado, una asociación que reúne a fondos buitre señaló que la Argentina camina hacia el default de deuda si sigue resistiéndose a negociar un acuerdo con los acreedores que la demandaron hace más de una década. La American Task Force Argentina (ATFA) dijo, en un aviso publicado en los principales diarios del país, que el Gobierno nacional parece preferir volver a caer en una cesación de pagos a negociar con los holdouts, que obtuvieron un fallo favorable en Nueva York para ser compensados con 1.330 millones de dólares, más intereses. La Argentina tiene hasta el 30 de julio para evitar su segundo default desde 2002, cuando vence el período de gracia para cancelar intereses de su bono Discount emitido bajo legislaciones extranjeras. Una cesación de pagos pondría presión sobre una economía en recesión y le cerraría fuentes de financiación. (DyN-Reuters)