EL VATICANO.- Israel bombardeó ayer una parroquia católica de Gaza, a cargo del párroco argentino Jorge Hernández. La parroquia Sagrada Familia daba refugio a decenas de niños discapacitados y ancianos.
El sacerdote explicó a Fides (la agencia oficial del Vaticano) que, además de la casa de las monjas del Instituto del Verbo Encarnado, el bombardeo destruyó parcialmente la escuela parroquial adyacente y su oficina. Según Fides, el objetivo del bombardeo era una casa a pocos metros de la parroquia. Esa vivienda resultó completamente destruida.
Hernández detalló que durante la tarde del lunes, “el Ejército israelí comenzó a enviar SMS a los residentes de Al-Zeitun, donde se encuentra la parroquia católica y una ortodoxa, con la orden de abandonar las casas ya que iba a bombardear”. Muchas personas huyeron, pero los que viven en la iglesia no pudieron.
“Nosotros no podemos movernos. ¿Cómo se hace para sacar a 29 niños discapacitados y a nueve personas ancianas?”, testimonió el párroco Hernández, que recibió hace unos días un mensaje de solidaridad del papa Francisco. Agregó que los niños que están bajo su cuidado y el de tres Hermanas de la Madre Teresa “no son huérfanos” y, en consecuencia, “nosotros no somos sus tutores” como para llevarlos fuera de la franja.
“Alguien debe decir basta”, sentenció el religioso, y demandó que alguien “ponga fin a esta masacre. Hace dos semanas la casa de una familia cristiana fue bombardeada, la mamá murió, el padre fue herido y el hijo lucha por sobrevivir en un hospital”. (Télam)