La oportunidad está y es casi única. Para el tren que lleva a la B Nacional hay solo siete pasajes y por ellos pelearán 40 equipos. Pero no sólo es atractiva por la cantidad de ascensos que se producirán, sino porque nadie sabe a ciencia cierta qué pasará en el futuro con esta competencia.
Por el momento el Consejo Federal, sin consultar a los clubes participantes, organizó un polémico certamen con siete ascensos. Algo único puesto que así se cubrirán las 10 plazas que quedarán en la B Nacional, ya que ese es el número de equipos que ascenderá a Primera.
El torneo es polémico además porque se invitó a 16 equipos a participar y varios de ellos, que entraron por la ventana, son serios candidatos llegar a la segunda categoría del fútbol argentino. En la zona de San Martín y de San Jorge, tuvieron este privilegio Altos Hornos Zapla (Jujuy), Mitre (Santiago del Estero) y Unión Aconquija (Las Estancias, Catamarca).
Los 40 equipos fuero distribuidos en cinco zonas de ocho clubes cada uno y se enfrentarán entre sí en dos ruedas durante 14 fechas. Los primeros de cada uno ascenderán a la B Nacional. Después tendrán otra chance, pero será extenuante. Los segundos, los terceros, los cuartos y el mejor quinto de todas las zonas, se enfrentarán entre ellos a doble partido para lograr los otros dos ascensos que habrá en juego.
El problema es que nadie del Consejo Federal o de AFA sabe qué ocurrirá después de diciembre. Y todo dependerá de cómo se reestructure el fútbol nacional. Lo probable es que en el próximo semestre la B Nacional se juegue por dos ascensos y será muy poco posible que haya más descensos, por lo que le correspondería una plaza al Argentino A y otra a la Primera B.
Ante este panorama, los directivos tendrán que reunirse y definir varias cosas. La primera, y más importante, será pelear por más ascensos. La segunda, definir si seguirán siendo 40 los equipos participantes o si aceptarán más competidores en caso de prosperar la alocada idea de unir los torneos federales A y B.
Por todos esos motivos este es el semestre para llegar al cielo o quedarse en el infierno que representan actualmente los torneos de ascensos del interior.