BUENOS AIRES.- Atlético de Rafaela aprovechó hoy todas las oportunidades que le brindó un Boca caótico, consiguió un 3-0 que será inolvidable para sus hinchas y dejó al equipo de Carlos Bianchi hundido en una crisis, cuando se llevan jugadas tres fechas del Torneo de Transición.
Los santafesinos, que nunca se habían llevado un punto de La Bombonera, se apoyaron en una sólida función defensiva y tuvieron a Nicolás Royón como principal argumento de ataque, apuntó DyN.
Boca contó con una buena cantidad de situaciones favorables, sin que eso signifique que su producción haya sido satisfactoria en ningún momento, ya que no fue prolijo en el armado y la permeabilidad en defensa lo condenó a una derrota que amenaza con dejar consecuencias.
El duro golpe que significó para Boca la caída ante Rafaela en su estadio se suma al traspié del debut frente a Newell's. El primer tiempo fue deslucido. Rafaela después de unos pocos minutos cedió la pelota y Boca, más allá de las buenas intenciones de Gonzalo Castellani y algunos arrestos aislados de Federico Carrizo, repitió sus crónicos problemas de elaboración.
Todas las situaciones que tuvo en la primera parte llegaron de centros largos.
Rafaela, que no tenía posesión y no aprovechaba las debilidades de Boca en el fondo, logró ponerse en ventaja a los 36, cuando Daniel Díaz con una mano innecesaria le dio un tiro libre que ejecutó el uruguayo Mauricio Gómez y la pelota se desvió en la barrera y dejó sin chances a Agustín Orion.
Boca jugó en campo del oponente en el comienzo del segundo período, pero no elaboró acciones que llevaran riesgo a Conde. Y fue a los 9 minutos cuando en la primera contra de Rafaela tomó desarmada a la defensa, Royón corrió por derecha hasta el área y cedió a Federico González, quien fusiló a Orion.
El equipo de Bianchi siguió sin fundamentos para remontar la desventaja y si bien los ingresos de Andrés Chávez y Luciano Acosta le dieron algo más de agresividad al ataque no pudieron doblegar a Conde.
La visita lucía más seguro y finalmente, de nuevo mediante una réplica, selló la goleada. A los 27, Guillermo Fernández escapó por derecha, y luego de un rebote la pelota le quedó a Royón, quien habilitó al ex Boca, que definió junto al palo izquierdo.