La película del realizador sueco Roy Andersson sorprendió a la crítica por su ambición estilística y por su calado intelectual. “A Pigeon Sat on a Branch Reflecting on Existence” (Una paloma sentada en una rama reflexionando sobre la existencia) se alzó ayer con el León de Oro de la 71a edición del Festival de Venecia, informó DPA.
Se trata de una obra poética en clave de comedia del absurdo, una película sin una estructura clásica, compuesta por una serie de escenas inspiradas fuertemente por la pintura. Andersson (Gotemburgo, 1943) maestro del humor absurdo y minimalista que se desencadena tanto por frases y situaciones como por personajes y planos en sí mismos, ya había ganado el Premio del Jurado en Cannes en la edición de 2000 y competía por primera vez en Venecia.
Un documental se posicionó en lo más alto del palmarés:“The Look of Silence” (La mirada del silencio), del estadounidense Joshua Oppenheimer, ganó el Gran Premio del Jurado sobre la silenciada muerte masiva de indonesios durante el régimen militar de Suharto. El cine italiano, con tres películas en competencia, obtuvo los premios de interpretación: la Copa Volpi fue para Alba Rohrwacher y para el estadounidense Adam Driver, por el drama “Hungry Hearts” (Corazones hambrientos), del italiano Saverio Costanzo.
Personajes reales
El León de Plata al mejor director fue para el ruso Andrei Konchalovsky ( hermano mayor de Nikita Mijalkov) por “The Postman’s White Nights” (Las noches blancas del cartero), una historia con personajes reales de una aldea del norte de Rusia.
El Premio Especial del Jurado fue para “Sivas”, ópera prima del turco Kaan Müjdeci que fue recibida con abucheos en la sala de prensa. La iraní “Tales”, de la directora Rakhshan Banietemad, se llevó el premio al mejor guión.
“Birdman”, del mexicano Alejandro González Iñárritu, finalmente se quedó sin premios en Venecia a pesar de que figuraba entre las favoritas.