Tomaron un arma, subieron a una moto y aceleraron, dispuestos a buscar dinero. El resultado -para ellos- fue exitoso: tres robos en una hora y casi $ 2.000 en sus bolsillos. Sus rostros quedaron grabados en las cámaras de seguridad de los comercios asaltados.
El raid delictivo que protagonizaron los dos asaltantes comenzó el lunes a las 15, cuando detuvieron el rodado frente a la heladería “Grido” ubicada en la esquina de Italia y República del Líbano. Primero ingresó uno de ellos, que vestía un pantalón de jean, camisa blanca, gorra y llevaba anteojos oscuros, según describió una de las víctimas en la seccional 6ª. El delincuente sacó un arma, apuntó a los empleados y a las personas que en ese momento compraban en el lugar, y exigió que le entregaran el dinero de la recaudación.
Por detrás -agregó la empleada de la heladería en su denuncia- entró su cómplice, que llevaba bermudas, una musculosa verde y un casco que le cubría la cabeza. Este último le arrancó la cadena que una de las clientas tenía colgada en el cuello y emprendieron la huida.
Fuentes policiales indicaron que los ladrones se movilizaban en una motocicleta Motomel negra y que hasta ayer se desconocía el monto exacto de dinero que se llevaron de ese local.
El siguiente blanco fue otra sucursal de la misma cadena de helados, situada en avenida Ejército del Norte y Emilio Castelar. Una empleada de ese local denunció en la seccional 14ª que el hecho ocurrió alrededor de las 15.30. Según expuso la mujer en la Policía, no había clientes en el salón cuando ingresaron dos jóvenes y la amenazaron de muerte con un arma. Los asaltantes, que estaban vestidos de la misma manera que había detallado la víctima anterior, huyeron con el dinero de la recaudación, que a esa hora sumaba $ 1.200.
Un disparo
Dos empleados atendían a varios clientes en la heladería “Grido” de avenida América y Santa Fe cuando entraron dos delincuentes. El jefe de la seccional 7ª, comisario Alejandro Siwecki, contó que eran las 16 y que los asaltantes estaban vestidos de la misma manera que los de los dos hechos anteriores.
“Sacaron un revólver, redujeron a los empleados y sustrajeron la recaudación, que serían unos $400 o $500”, señaló el comisario. Al salir del salón, uno de ellos subió a la moto en la que habían llegado, mientras que su cómplice apuntó hacia la motocicleta de uno de los empleados de la heladería. “El chico salió con un haragán e intentó golpear al delincuente”, relató Siwecki.
En ese instante, el ladrón desistió de llevarse el rodado, bajó de la moto y corrió hacia donde lo esperaba su cómplice. En medio de la huida -indicó el comisario- disparó el arma e hirió al empleado en la muñeca izquierda.
Mientras los asaltantes escapaban, un testigo le comunicó la situación a un comisario retirado que pasaba por la zona en auto. El ex policía pisó el acelerador e inició una persecución, que culminó cuatro cuadras más adelante: en Castro Barros 450. Según afirmó Siwecki, el automovilista encerró a los ladrones, quienes cayeron al pavimento y continuaron la huida a pie, dejando abandonadas la motocicleta y el arma de fuego. “Después nos enteramos de que estos mismos delincuentes habían asaltado las otras dos heladerías”, agregó el comisario.
Una moto robada
El caso quedó a cargo del Área Investigativa de la Seccional 6ª, dirigida por el subcomisario Sergio Juárez. Allí fueron enviados los videos captados por las cámaras de seguridad de los diferentes locales para su análisis y el revólver fue secuestrado por personal de Criminalística. Respecto a la moto, el subcomisario Juárez aseguró que se trata de un rodado robado. “Presumimos que podrían ser los mismos autores; tiene pedido de secuestro por un robo con arma de fuego cometido la semana pasada”, informó Juárez. El empleado herido, por su parte, fue atendido en el hospital Centro de Salud y esa misma noche recibió el alta médica.